El candidato socialista Antonio Muñoz es más conocido entre los votantes sevillanos que su principal rival en la oposición, el popular José Luis Sanz. Esta es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por la consultora Thinking Heads para medir la reputación de ambos candidatos a la Alcaldía de Sevilla.

Ahora bien, el alcalde obtiene una de las notas más altas del estudio, superando los 55 puntos y su rasgo mejor valorado es la humanidad, aproximándose a los 60 puntos, seguido de competencia, integridad y liderazgo. Sus promotores son ligeramente superiores a los detractores. Por su parte, el senador del PP tiene un perfil más débil y aprueba únicamente en competencia y humanidad. Las valoraciones de la reputación y los atributos que la componen se presentan en puntuaciones de escala del 0 al 100, donde el rango de lo que se considera una buena o mala reputación es: Pobre (menos de 40), débil (de 40 a 60), moderada (de 60 a 70), fuerte (de 70 a 80), y excelente (superior a 80).

En el estudio se apunta que los temas más relevantes para la campaña en la ciudad y que más van a ser tenidos en cuenta por los sevillanos a la hora de decidir su voto son, en primer lugar, la seguridad ciudadana, seguida por el transporte público, la vivienda y las ayudas a las familias. En cuanto a los temas nacionales, la inflación, las consecuencias de la guerra y la ley de sólo sí es sí son los temas más relevantes para los electores sevillanos.

La consultora asegura que Muñoz se posiciona como candidato favorito por delante del PP, y más del 47% de los entrevistados considera que va a ganar las elecciones. Ambos partidos se mantienen como los principales en intención de voto. La confianza en los partidos es baja en general con niveles muy similares, e inferior a la valoración de sus candidatos.

El estudio analiza qué aspectos determinan el voto y cuenta con casi 7.000 valoraciones de los ciudadanos recogidas durante los meses de febrero y marzo. El objetivo es medir no solo la reputación de los candidatos sino los atributos que suponen fortalezas o debilidades para cada uno de ellos, así como los temas de actualidad que van a tener en cuenta los votantes a la hora de decidirse. “Nuestro estudio no pretende vaticinar quién ganará las elecciones sino cuáles son los atributos que los ciudadanos exigen a sus candidatos para ser votados. Sin comprender cómo se construye el liderazgo político es imposible anticipar qué decidirán los electores”, explica Antonio Hernández-Rodicio, socio responsable de Comunicación Estratégica, Asuntos Públicos y Consultoría Política de Thinking Heads.