Es el culmen de Pentecostés. La salida, a hombros de los almonteños, de la Virgen del Rocío. Una procesión que comienza a una hora incierta de la madrugada del domingo al lunes.
Jesús Martín Cartaya ha sabido captar los momentos que se viven en esta procesión varios años. La foto que ahora nos ocupa se fecha en 1973.
La Blanca Paloma se encuentra en una de las calles de la aldea. Ya es de mañana. El sol da de lleno. Entre los simpecados que capta la instantánea se encuentra el de Gelves. Dos sacerdotes, a hombros, rezan la salve. Aparecen alzados un tamboril y una guitarra.
La Reina de las Marismas está vestida con el manto de los apóstoles en el paso que labrara Cayetano González en la década de los 30. Una obra que este año ha sido sustituida por otra en la que han participado los orfebres sevillanos Ramón León y Villarreal.