Hensoldt, Thales, Indra, Babcock, Kongsberg o QinetiQ han aumentado exponencialmente su valor con las guerras
Los países europeos que forman parte de la OTAN invirtieron el pasado año 347.000 millones de dólares en defensa. La UE debate cómo adaptar la industria de la defensa a los tiempos de guerra.
Comapñías como Hensoldt, Thales, Indra, Babcock, Kongsberg o QinetiQ han aumentado exponencialmente su valor con los conflictos bélicos.
Dos años después del inicio de la guerra de Rusia en Ucrania el panorama ha cambiado de forma sustancial para la industria de la defensa, impulsado por el fuerte incremento del gasto de los gobiernos en seguridad. Este contexto ha revitalizado el interés de los inversores en el sector de la defensa, pero sobre todo en las firmas tecnológicas especializadas en esta industria.
De hecho, compañías como Hensoldt, Thales, Indra, Babcock, Kongsberg o QinetiQ se han revalorizado de media casi un 90% en los últimos dos años, muy por encima del 70% que se anota el sector de la defensa tradicional.
Hensoldt ha sido la empresa del sector que más se ha beneficiado de la fiebre inversora con una subida del 153% en el periodo. Es la empresa alemana de referencia del sector con una posición estratégica en el campo de las soluciones de sensores para la defensa y aplicaciones de seguridad, desarrollando además nuevos productos para combatir las nuevas amenazas a través de la gestión de los datos, la robótica y la ciberseguridad.
Por su parte, Kongsberg se anota un ascenso del 134%. La compañía es el líder noruego y en colaboración con las fuerzas armadas del país desarrolla sistemas de defensa aérea del país con el objetivo de “hacer a Noruega menos vulnerable y asegurar su autonomía como país democrático”.
En tercera posición se sitúa Indra, que sube un 81% en bolsa en el periodo impulsada por las buenas perspectivas para su negocio de defensa y la expectativa de que la compañía cada vez ponga mayor foco en este segmento. La española ofrece soluciones end to end para todos los ámbitos de la defensa, lo que le ha valido para convertirse en la referencia en el sector en España. De hecho, la compañía arrancó la sesión del miércoles subiendo hasta un 8% tras presentar resultados hoy con un incremento del beneficio del 20% gracias al tirón de defensa.
Así, es la compañía española con mayor número de contratos del Fondo Europeo de Defensa con 19 con proyectos por 72 millones y es la encargada de coordinar la participación española del programa europeo de defensa FCAS, que desarrolla tecnologías de siguiente generación para la industria. El próximo 6 de marzo está previsto que Indra presente su nuevo plan estratégico y la expectativa de los inversores es que pueda desgranar su hoja de ruta en defensa para convertirse en el campeón nacional indiscutible.
La siguiente compañía que más se revaloriza en estos dos años es Thales (un 80%). El campeón francés es la firma de mayor tamaño de la industria en Europa y provee soluciones, productos y servicios en el sector de la defensa, estando especializada en sistemas y sensores de misiones, redes de comunicación e infraestructuras.
Mientras, en Reino Unido Babcock y QinetiQ comparten el liderazgo en el sector de la tecnología de la defensa y se revalorizan un 56% y un 39%, respectivamente. Babcock desarrolla tecnología y sistemas civiles y de defensa con el objetivo de modernizar los activos reduciendo los riesgos. Por su parte, QinetiQ ofrece soluciones integradas para responder a los retos actuales y futuros, desarrollando tecnología punta que se convierte en un recurso para responder a las amenazas actuales y futuras.
Inversión
Según los datos de la OTAN, los países europeos que forman parte de la alianza invirtieron el pasado año 347.000 millones de dólares en defensa (el 1,85% del PIB), frente a los 235.000 millones de dólares de 2014 (el 1,47% del PIB).
Además, los miembros de la Alianza Atlántica esperan que el crecimiento no se detenga este año, al esperar 380.000 millones de dólares de inversión, hasta el 2% del PIB. Este contexto ha impulsado a las compañías tradicionales de defensa, pero también a un subgrupo de campeones nacionales de la tecnología en el ámbito de la defensa que también han visto mejoradas sus perspectivas de negocio.
Iniciativa comunitaria
En este sentido, más allá de los esfuerzos nacionales individuales, la Comisión Europea lanzó una iniciativa ya en 2021 para apoyar la investigación colaborativa en defensa, con el Fondo Europeo de Defensa (EDF) dotado con 7.900 millones de euros para el periodo 2021-2027 con el objetivo de impulsar la innovación industrial en defensa en la región.
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