Ángeles Martín (Madrid, 1967) fue una de las primeras presentadoras de concursos en la televisión, con el programa Sin-vergüenza. Su rostro juvenil iniciaba la programación de noche de “La Primera”, el nombre que tenía en los 90 La 1. Curtida en el teatro, ha hecho incluso zarzuela. Ha interpretado clásicos como El misántropo o Casa de muñecas y ahora forma parte del cartel de Cuidados intensivos. En las series diarias fue La Chali en Yo soy Bea y ahora es doña Visi en Amar es para siempre, en Antena 3.

–¿Es usted realmente una mujer sin vergüenza?

–Ja, ja. Lo fui cuando presenté el concurso Sin-vergüenza para TVE, un programa innovador de principios de los 90 creado por grandes maestros del entretenimiento como son La Trinca. La televisión se abría entonces a la pluralidad. Para mí significó un gran reto casi recién salida de la Real Escuela de Arte Dramático.

–Aquellos veranos de los 90 suenan al atardecer a su voz y a las pruebas de aquel programa...

–Era tan divertido hacerlo como verlo. Era un formato fresco cuando todavía se estaba poniendo a prueba la televisión de los años siguientes.

–El contacto en vivo con el público es necesario y por eso usted está también en el teatro. Pero han sido meses muy difíciles para los escenarios...

–Han sido meses difíciles para todos pero además muy difíciles para el teatro y los espectáculos.

–Y su obra está dedicada a los sanitarios...

–Cuidados intensivos precisamente se estrenó antes de esta tremenda pandemia, nadie podía imaginar lo que nos venía encima. No podíamos saber cómo iba a ser de duro para los profesionales de los hospitales.

–¿De qué va su obra sobre la sanidad?

–Es el recorrido cotidiano desde los 80 hasta el 2012, de tres hermanas que se dedican a la salud, una comedia divertidísima, con un cierto pellizco dramático. No entra en tragedias, pero sí hacer ver la dificultad de la profesión.

–Se ha convertido en un homenaje.

–Pues sí, con lo sucedido se ha convertido en nuestro pequeño homenaje a nuestros sanitarios, que tanto y con tanto riesgo nos han cuidado.

–¿Qué aspecto del sacrificio de este gremio tal vez no hemos terminado de valorar?

–Creo que esta situación nos tiene que hacer reflexionar sobre lo que es realmente importante, sobre lo que tenemos que cuidar y valorar: tenemos que apoyar más nuestro sistema público de salud y a sus trabajadores. No es sólo sacrificio, es heroicidad.

–Sobre la televisión ¿cómo recuerda aquellos años, casi pioneros, de la competencia entre cadenas cuando usted comenzaba en los platós?

–Era tiempos de diversidad en la oferta y la diversidad es maravillosa en todos sus aspectos. Fue un momento ilusionante porque se abrieron paso un montón de fórmulas nuevas y de creatividad. Al igual que está pasando ahora cuando hay tanta oferta de canales y . Creo que tenemos mucho talento y mucha preparación en este país

–¿Dónde se lo pasó mejor en aquellos programas y series y qué amistades conserva?

–Soy muy amiga de mis amigos. En mi trabajo he conocido a gente maravillosa y tengo la suerte de conservarlos como amigos y familia. Es lo mejor que puedes tener en esta profesión.

–La experiencia de años pasados, como cuando estuvo en Yo soy Bea, en Telecinco, marca para hacer una serie diaria en estos tiempos ¿o es algo totalmente distinto?

–Son tiempos y producciones diferentes. En Amar es para siempre, en las tardes de Antena 3, interpreto a Doña Visi. Ha sido un reto. Desde Yo soy Bea en la década anterior no hacía una serie diaria. Tenía mis dudas sobre si sería capaz de llevar el ritmo que exige. Una serie diaria te obliga a levantarte a las cinco y media de la mañana y estudiar con ritmo de 24 horas para poder hacer un personaje potente.

–Un ritmo que no todos los actores están dispuestos a asumir.

–Es agotador, pero lo llevamos con el ritmo necesario, porque algo así es cómo montar en bicicleta. Bueno, es más bien cómo hacer el Tour de Francia semana a semana. Teniendo en cuenta además que de viernes a domingo hago teatro. Todo esto llega a ser algo endiablado.

–¿En Amar es para siempre, que va por la novena temporada, la historia es infinita?

–Y tiene a unos espectadores encantados en seguir la historia cada día. Forma parte de sus vidas desde hace mucho tiempo y es como transportarte a otra época. Y no sólo se ve en España sino también en otros países.

–¿Han cambiado mucho la forma de trabajo en las series españolas desde Yo soy Bea, que es una ficción fundamental para entender las series diarias actuales?

–Yo soy Bea fue un antes y un después en las series diarias. Esa experesión se utiliza mucho, pero en ese caso fue así. La televisión en España ha madurado en la producción de ficición Y lo fundamental es el equipo. La forma de sacar adelante el trabajo con ingenio, con esfuerzo, es la misma enotonces y ahora. Un trabajo de calidad de todos, creatividad y esfuerzo continuo. Los logros en las series españolas no son la casualidad de un día. Bueno, en verdad en la vida nada es casual.