"Proust me fue muy útil para mejorar la sintaxis "
José Luis Rodríguez del Corral. escritor
-No hace falta salir de casa para hacer una novela.
-La he ambientado en la plaza de San Lorenzo de Sevilla, donde viven mis padres. Hay una frase de Raymond Carver que tengo siempre de emblema: "Utiliza lo que te rodea".
-¿Al que madruga Proust le ayuda?
-Proust no era muy madrugador.
-Era un gran cotilla...
-A tope. El comienzo recuerda al de Proust, pero él dedica quince páginas a contar los cuartos en los que ha dormido y yo lo resuelvo en la primera página con un resultado impactante, la disposición del protagonista a suicidarse. Proust me fue muy útil para mejorar la sintaxis, el armazón del pensamiento.
-A la plaza en la que ambienta la novela han llegado como vecinos dos novelistas neófitos, el médico Francisco Gallardo y el entrenador Pepe Mel...
-Lo de Mel no se lo diré a mis sobrinos porque son muy sevillistas.
-¿Por qué se quiere suicidar el protagonista?
-No es por su pasado o por sus deudas, como ese caso del notario. Decide hacerlo por su futuro, no tiene nada que hacer en la vida.
-¿Y la réplica femenina?
-El rostro, el espíritu y el nombre de Amparo están inspirados en una amiga mía que se suicidó hace muchos años. Lo de profesora de francés es el oficio que tenía una mujer a la que vi sacar muerta de una casa en una camilla.
-¿Viviría en un bosque?
-El título y la cita de la novela son de La vida en el bosque, de Thoreau. Hay otra cita de Pablo del Águila, un poeta granadino que se suicidó en el 68. De la generación de Javier Egea, amigo de Sabina.
-El mundo entero se vio sacudido por un suicida...
-El del avión no es un suicida, es un criminal de masas. El suicida tiene un poco más de vergüenza, y no me refiero obviamente al que mata a su mujer y luego acaba con él. Leí en Auden que hay actos gratuitos que son criminales; un instinto mágico para liberar la necesidad y la insignificancia. La necesidad de sentirse importante desobedeciendo una ley importante como es no matar a los demás. Este tipo quería renombre. Yo no habría dado su foto en ningún sitio.
-¿Qué tiene de su paisano Villalón, poeta ganadero de la generación del 27?
-De niños jugábamos al fútbol junto a su casa, con una azotea por donde metían el coche. En esa vivienda, hoy casa de cultura, metieron a los gitanos que vivían en el castillo.
-¿Le marcó crecer junto a la base americana?
-Los californianos que fueron en los años sesenta a aprender guitarra con Diego del Gastor influyeron más que los militares, que sólo los veías en Morón cuando había un incendio, esos bomberos rubios y atléticos, o en la cabalgata de los Reyes Magos. Los importantes fueron Donn E. Pohren, que escribió tres libros de flamenco, en uno de los cuales decía que el cante acabó cuando la motocicleta sustituyó al burro, o Paul Shalmy, que le enseñaba inglés a mi hermana con poemas de Cummings y cerraba con sus amigos el bar Pepe para las bulerías de Kung-Fu.
-¿Qué época eligió?
-La de la consolidación del PSOE después de la Expo, gestionando los dineros procedentes de Europa.
-¿Le hubiera gustado vender su libro en su etapa de librero?
-Cuando gané La Sonrisa Vertical ya estaba desmantelando la librería La Roldana, pensé pedirle 200 ejemplares de Llámalo sueño a Tusquets para poner sólo libros míos en el escaparate. Alabarse a uno mismo está muy feo. Lo mismo pienso de alabanzas colectivas a tu ciudad, a Andalucía o al equipo de tu ciudad. Auden también dice que hay algo peor que el egoísmo personal, el egoísmo colectivo.
-¿Ha vuelto por el café Gijón que da nombre a uno de sus galardones?
-No he vuelto, es carísimo. Cuando voy a Madrid, prefiero comer en el Café de los Espejos, tiene menú.
-¿Vivió desde el mostrador las modas Kundera o Umberto Eco?
-Vendí más de Kundera. Era una librería muy próxima a la universidad. Cada año sólo pedía tres ejemplares del Planeta: uno para el departamento de Literatura, otro para la biblioteca del Rectorado, otro que me pedía un cliente.
-¿El cuñado es un género literario?
-El cuñadismo en España es un clásico. Un clásico de la corrupción, el cohecho y el nepotismo. ¿Sabe de dónde viene la palabra nepotismo? Nieto en italiano es nipote. Se refiere a tus nietos, yo tengo dos, y a los de tus hermanos.
-Vecino de la base, ¿hizo las Américas?
-Nunca he ido. Ni al norte, ni al centro ni al sur.
-¿Perdió la sonrisa?
-La vertical, para nada. El País va a sacar una selección de doce libros premiados. Llámalo deseo sale el 24 de mayo, día de las municipales. Parece un eslogan de los partidos nuevos.
-¿Conoció a Berlanga?
-Coincidimos en una fiesta en la casa Batlló para celebrar los 25 años del premio. Llegamos a la conclusión, Berlanga antes que yo, de que el humor y el sexo tampoco van muy bien. En los preliminares vale, pero son sentimientos contrapuestos.
-De Berlanga a Alberto Rodríguez...
-Me parece muy bien. El cine español necesita público, no subvenciones.
-¿Ve su novela en cine?
-Me han dicho que Blues de Trafalgar es más cinematográfica y ésta la ven más teatral. Están escritos los diálogos y el escenario de la azotea.
-¿Qué lee el que escribe?
-He leído una novela titulada El marciano y un ensayo de Felipe Fernández Armesto, que propone contar la historia de Estados Unidos de Sur al Norte, no sólo del Este al Oeste. No se trata de reivindicar California para los mexicanos, pero sí tener en cuenta esa parte de la historia.
-¿Qué llegará antes, la vida en Marte o un hispano en la Casa Blanca?
-Yo creo que después de un negro y una mujer, porque puede ganar Hillary Clinton, habrá un hispano. Y lo mismo es republicano.
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