"Quería notar la sonrisa de un chaval al entender algo"

David Calle, Profesor e Ingeniero de Telecomunicaciones

"Quería notar la sonrisa de un chaval al entender algo"
"Quería notar la sonrisa de un chaval al entender algo" / M. G.
Verónica Gayá

30 de agosto 2017 - 02:31

-Empecemos por el principio: un suspenso en mates le lleva a una academia en la que un año después es profesor... ¡Le cundió el año!

-Sí... (risas). Yo era muy perezoso y tuve la suerte de encontrar a un profe que me animó y ese año saque un 10. También tuvo que ver el director de la academia, que me vio cuando explicaba a algún chaval más pequeño, o a algún compañero y me contrató al año siguiente.

Deberíamos enseñarles para qué sirve lo que están aprendiendo y qué tiene que ver con todo lo que les rodea"

-Estudió Telecomunicaciones e, incluso, trabajó como ingeniero, pero otro bache en plena crisis le hizo volver a la enseñanza; cuando pudo volver a la ingeniería, se quedó en la docencia. ¿Por qué?

-Los chavales. En realidad, ya lo había descubierto, pero era joven y "tienes que estudiar una carrera", la vida parece que me marcaba que tenía que ser teleco, que es lo que estaba de moda. Yo quería notar la sonrisa de un chaval al entender algo.

-¿Cuál fue el primer vídeo?

-Asíntotas. Malísimo. Lo quité. El segundo lo he dejado para que se vea la evolución.

-¿Se dio cuenta al momento de que había sido una buena idea?

-En absoluto, lo hice para ayudar a mis chavales de la academia, nunca me imaginé que fuera a llegar tan lejos. Tardé seis meses en grabar el primero; en realidad, fue mi mujer quien tuvo la idea. Me veía volver muy preocupado de la academia, siempre le decía: "No me da tiempo a explicarles todo, cada vez estudian menos, cada vez tienen menos base, no puedo avanzar"... Además empezaba la crisis y se borraban casi la mitad de los chavales. Ellos están acostumbrados al vídeo, los ven todos los días. También es importante el hecho de poder pararlo, rebobinarlo, verlo una y otra vez. Eso hace que lo entiendan mejor, no es que yo explique mejor.

-Dice que lo importante es pasión y entrega. ¿Hay de eso en las aulas españolas?

-En muchos casos sí. Veo mucha pasión, muchas sonrisas y ganas de hacer cosas nuevas. Aunque es cierto que una gran parte del profesorado todavía no se ha adaptado o ha perdido pasión por el camino. Se enfrentan a una generación que les presta mucha menos atención. Nosotros éramos más disciplinados, nos portábamos mejor. Si no prestan atención, tenemos que hacer algo, lo más importante son ellos.

-¿Por qué ahora se atiende menos?

-Porque tienen a su disposición miles de inputs, miles de fuentes de información que nosotros no teníamos. Si yo hubiera tenido una Play o un ordenador como los que tienen ahora probablemente no habría estudiado. Hay que conseguir que les apasione una integral, una ecuación, la física... ¿Por qué los chavales tienen que hacer tres horas de operaciones matemáticas a discreción cuando hay un ordenador que las hace por ellos en un segundo? Creo que deberíamos enseñarles para qué sirve lo que están aprendiendo. No saben que sin matemáticas no habría videojuegos, ni películas en 3D, ni animación... No saben que lo que dan en clase tiene que ver con todo lo que les rodea. Y tienen que entender también que, aunque luego se vayan a quedar en el paro, que es otra de las excusas que ponen, lo que importa es que se formen lo más posible, para llegar a ser todo lo mejor que puedan llegar a ser.

-Creo que está interesado en las Flipped Classroom.¿Animaría a los profesores a grabar sus vídeos?

-Claro. Decirles que vean el vídeo con la explicación pueden ser sus deberes y así puedes aprovechar el tiempo en clase para explicar las cosas de otra manera, ser más creativo. Si encima son tus propios vídeos, van a aprender lo que tú realmente quieres que aprendan. Pero esto sólo lo puedes hacer con pasión.

-Después del primer vídeo fueron unos cuantos más y de pronto un día unos alumnos le habían nominado al Global Teacher Prize. ¿Qué sintió?

-Sí, fueron tres, pero no sé quiénes. Recibí un email diciéndome si quería validar mi candidatura, y lo hice. Una de las preguntas era para qué dedicaría el millón de euros del premio; básicamente, les envié un plan de empresa que llevaba preparando tres o cuatro años, el mismo que había presentado a todas las multinacionales de Madrid, pero ninguna me hacía caso.

-Y ahora, ¿qué planes de futuro y de presente tiene?

-Coger todas las oportunidades y aprovecharlas; con la nominación se me han abierto puertas, algunas de las que antes estaban cerradas. Me han llamado para patrocinar vídeos, ahora tengo que encontrar profesores. Además, quiero que sean chicas, que sirvan de ejemplo de que las ciencias también son de chicas.

Un millón de suscriptores

Sólo vemos un profesor, una pizarra y un rotulador, pero detrás de los vídeos de David Calle (Madrid, 1972) hay millones de historias de superación. Decidió grabar vídeos y colgarlos en Youtube para ayudar a sus alumnos. Les echó pasión, energía, claridad y buenos ejemplos, y se convirtieron en la salvación de millones de adolescentes que encontraron la explicación que les hacía falta. Ellos los fueron haciendo virales. Unicoos, su canal, ya roza el millón de suscriptores y tiene más de cien millones de visitas al mes. David ha sido finalista en los Global Teacher Prize, un premio a nivel mundial que busca los "mejores profesores".

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