Antonio Arcas | Experto en Turismo

"La gente está loca por venir a Andalucía en cuanto les dejen"

"La gente está loca por venir a Andalucía en cuanto les dejen"

"La gente está loca por venir a Andalucía en cuanto les dejen" / Jesús Marín

Antonio Arcas de los Reyes (Jerez, 1951) es uno de los más veteranos investigadores del sector turístico en Andalucía. A principios de los años 70, por ejemplo, realizó el primer estudio del comportamiento del aeropuerto de Málaga y sus posibilidades de expansión. Desde entonces, como profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Cádiz y desde el Observatorio Turísitico, ha realizado numerosos estudios acerca de la influencia económica y social de grandes eventos, como pudieran ser los grandes premios del motor del circuito de Jerez.

-¿Entendía usted al alcalde de Tiburón, de Spielberg, cuando no quería cerrar la playa?

En la película se lleva el debate a un extremo. Hay que procurar el equilibrio. Con la pandemia hay que entender que no existe economía sin sanidad y tampoco hay sanidad sin economía. No es nada fácil. Y este virus no es un tiburón. Yo me pongo en la piel del empresario que necesita facturar, pero también puedo entender al político, que piensa “ya verás como me equivoque”. De momento, lo que vemos es que otros están dando pasos más rápidos que nosotros.

–Ya llevamos mucho perdido.

–Los datos son espeluznantes. Se calcula que en lo que llevamos de año el sector turístico en España ha perdido 40.000 millones. En el peor de los escenarios, con otro rebrote o con un verano que no salga bien se calcula que se podrían perder hasta 120.000 millones. Eso no hay país que lo aguante. Pero no nos pongamos en el peor escenario, esperemos que haya una escalada.

–¿Cómo cree que se va a desarrollar esa escalada?

–Nadie sabe cómo se va a desarrollar el mercado. Va a haber una saturación de oferta y es posible que se tiren los precios en algunos destinos tratando de captar clientes. Pero no debemos entrar en esa locura. Aquí apenas vamos a tener mercado internacional. Esto va a ser un verano de supervivencia en el que tenemos que contar con que el mercado nacional salve los muebles, pero que nos tendremos que olvidar de ganar dinero. Vamos a conformarnos con que el sector no salga muy malherido.

–Ahí Andalucía juega con cierta ventaja. Muchos de nuestros destinos son tradicionalmente nacionales frente a otros como las islas o el Levante, que tienen un carácter más internacional.

–Málaga, que es el destino andaluz que más trabajado tiene a los turoperadores internacionales, también tiene sus reductos nacionales en Fuengirola o Estepona y este año tendrá que mirar más al cliente nacional. Y eso es en lo que tenemos que centrar a corto plazo. La gente está como loca por venir a visitarnos en cuanto la dejen. Figúrese la gente de Madrid lo que debe dar por un baño en la playa. Y también, nosotros mismos. El sevillano y el cordobés ya están soñando con las playas de Huelva y de Cádiz. Muy poca gente va a salir de España, incluido ese turista nacional que hace mucho tiempo que no pasa sus vacaciones en España. Una encuesta de Hosteltour revela que el 33% de las personas que van a veranear este año se decanta por Andalucía. Baleares sólo tiene un 9%. A veces se nos olvida lo buenos que somos. Y Andalucía, en turismo, es muy buena. Hay que aprovechar esas preferencias, mostrar lo competitivos que somos y hacer campañas de promoción del kilómetro cero.

–Patriotismo turístico se le llama a eso.

–Es que es necesario. La situación económica a la que nos enfrentamos es muy dura. Esto va a suponer que muchas personas no se van a poder permitir un veraneo y muchos de los que vengan lo harán con un poder adquisitivo mucho más bajo. Por eso, las campañas tienen que subrayar que tenemos que ayudarnos entre nosotros. También ofrecer mucha información. Se calcula que cerca del 70% de los viajes de verano que se hagan este año se realizarán en coche. Esto supone movilidad y Andalucía puede ofrecer cosas muy diferentes al visitante. Sería una forma de que se repartiera entre todos el pastel. Por ejemplo, se habla mucho de que puede ser un verano con mucho turismo rural. Ahí también somos una potencia. Esa información tiene que llegar al potencial cliente porque, a diferencia de otros años, la mayoría de la gente aún no ha planificado sus vacaciones.

–Tampoco estamos para avalanchas.

–Entramos en una situación en la que tenemos que ser cívicos. Tus derechos acaban donde empiezan los derechos del otro y ahora también hay que decir que tu espacio acaba donde empieza el espacio del otro. Eso es muy difícil de regular y depende de que actuemos como una sociedad sensata.

–Una de las cosas que tendremos que vender es seguridad.

–Por los motivos que sean, en Andalucía el virus no ha afectado tanto como en otros lugares. Eso ya da una una sensación de seguridad. Nos encontraremos ante un cambio de tendencias en los clientes. Van a ser más exigentes. Quieren seguridad alimentaria, pero también respeto al medio ambiente. Cuando volvemos de los viajes contamos a nuestras amistades cómo ha sido la experiencia. Este año, con más razón. Tenemos que lograr mejorar la experiencia y que a su regreso el viajero diga a sus amigos que vino a Andalucía y se sintió seguro.

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