“Europa salió de la crisis del covid más unida”

Geert Cockx | Embajador de Bélgica en España

El embajador de Bélgica, de visita en la comunidad para "conocer la diversidad de España", destaca la "evolución" de la UE desde la crisis de 2008

Sevilla busca turistas en los Países Bajos y Bélgica

Geert Cockx posa junto a las banderas de España y Bélgica en la sede del Consulado en Sevilla.
Geert Cockx posa junto a las banderas de España y Bélgica en la sede del Consulado en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Nacido en Lovaina, Geert Cockx empezó su trayectoria internacional como diplomático en 1989 en Tel Aviv, donde ejerció de agregado de la embajada de Bélgica en Israel. Después vivió cuatro años en Madrid, permaneció tres años en la representación de su país ante la ONU en Nueva York, estuvo cuatro años en Londres, fue cónsul general en Jerusalén, embajador en Singapur y, desde 2020, embajador en España. Habla francés, inglés, neerlandés, alemán y, desde que hizo un curso durante su etapa en la universidad, español. “Es un idioma muy popular en Bélgica”, asegura el diplomático, que lleva unos días de intensa actividad institucional en Andalucía.

–¿España ha cambiado mucho entre su primera y su segunda etapa aquí?

–Grandes sorpresas no hay, ha cambiado un poco. Madrid es más parecida ahora a otras capitales de Europa, antes era quizás un poco más española.

–¿Y el país?

–No tanto. Hay más turistas, se nota si quieres visitar la Alhambra o la Mezquita. Y los precios también. Me acuerdo de una cena en Ronda en el 87 que fue muy muy barata. Ahora creo que en el mismo restaurante se paga un poco más.

–¿Qué es lo que más le gusta de España?

–La diversidad en todos los niveles: el paisaje, el clima, la comida, los idiomas, la gente...

–¿Y lo que menos?

–Lo que menos está todavía por descubrir.

–Ahora está de visita por Andalucía. ¿Cuáles son los objetivos de esta gira?

–El deber de un embajador es conocer el país. Para mí, lo más atractivo de España es la diversidad y hay que conocer esa diversidad. Madrid no es España y España no es Madrid. Por eso hemos tenido unos días muy intensos de contactos en Sevilla, Córdoba, Jaén, Huelva... Hemos ido a hablar con la gente, a ver las diferencias con Madrid y los retos de Andalucía.

–¿Qué le está pareciendo la comunidad?

–Me encanta. También hay diversidad: Jaén no es Córdoba, Córdoba no es Sevilla. Esto es atractivo, me resulta muy interesante descubrir los matices de cada provincia.

–¿Cuántos belgas viven en Andalucía?

–7.200. En España hay 30.000 según los consulados, pero unos 100.000 de manera casi permanente viven en España, más 2,5 millones de turistas al año. Es un destino muy popular.

"Aquí en Sevilla, en Andalucía, hay una luz maravillosa y una variedad de aceite de oliva increíble"

–Usted dijo hace unos meses que cada día hay diez belgas que compran una casa en España. ¿Por qué les gusta tanto España?

–Buscan la playa, el sol, la calidad de vida... Y la luz, que es muy diferente a la de Bélgica. Aquí en Sevilla, en Andalucía, hay una luz maravillosa.

–Al margen de la luz, ¿qué tiene España que no tenga Bélgica?

–La luz, el jamón, el queso, el vino... y el aceite. Estuvimos en Jaén y vimos una colección increíble, es casi como el vino. Me comentó alguien que hay países de mantequilla. En medio de Francia hay una frontera, al norte es la zona de mantequilla y al sur, la del aceite. Ahora sí se cocina con aceite, pero en mi infancia no existía el aceite de oliva. La variedad que tenéis aquí es increíble.

–¿Y qué tiene Bélgica que no tenga España?

–Una red muy densa de carriles bici para desplazarnos de una ciudad a otra. Yo soy de Lovaina y desde allí a Bruselas, que son 30 kilómetros, hay un carril bici sin ningún coche.

–Además de hacer un muy mal papel en el Mundial de fútbol, ¿qué tienen en común nuestros países?

–Como dijo el presidente de la Junta, tenemos muchísimo en común cultural, históricamente y de mentalidad. Un belga se siente muy bienvenido en España, nos entendemos muy bien. Tenemos la misma historia religiosa, el catolicismo, y ha habido intercambios culturales durante siglos.

–Su predecesor decía que la carrillada le recordaba a un plato típico de Bélgica, la carbonade flamande.

–La he probado y lo confirmo.

–¿Conoce la Semana Santa o las Ferias de aquí?

–No tengo esa experiencia, quizás este año pueda aprovechar la invitación del cónsul para ir a la Feria.

–¿Cuál es el futuro de Europa?

–Son tiempos convulsos pero hay una evolución. En 2008 tuvimos dificultades para adoptar una posición común ante la crisis financiera. Con la pandemia se mejoró mucho, la UE salió unida de la crisis del covid-19. Y ahora con Ucrania sigue existiendo esa unión.

–¿Europa puede competir con Estados Unidos y con China?

–La UE ya es un actor comercial potente. En varios mercados compite con China y Estados Unidos al mismo nivel.

–Las próximas presidencias de la UE estarán en manos de España y Bélgica. ¿La guerra de Ucrania acabará en ese periodo?

–Ojalá, nadie lo sabe.

–¿La diplomacia será capaz de resolver el problema de la inmigración?

–Lo primero que tenemos que hacer es aprobar el pacto europeo de asilo e inmigración para encontrar una solución a escala europea, es un fenómeno que debemos afrontar juntos.

–¿Qué le gusta hacer a un embajador para desconectar de tanto protocolo?

–Me gusta perderme en las calles de Madrid o de cualquier ciudad y hacer senderismo. Dejar la corbata, ponerme la mochila y dar un paseo por las montañas.

–Si pudiese elegir un país donde retirarse que no sea Bélgica, ¿cuál sería?

–Eso es fácil: España. Lo que no sé es en qué lugar, por eso debo viajar más.

stats