Encarnación Gutiérrez. Presidenta de la Sociedad Andaluza de Cirugía Cardiovascular

"Ha costado, pero a día de hoy no hay diferencias entre hombres y mujeres en la Medicina"

Encarnación Gutiérrez.

Encarnación Gutiérrez. / M. G.

La doctora Encarnación Gutiérrez es la primera mujer que ocupa la presidencia de la SACCV desde su creación el 18 de diciembre de 1993 en la ciudad de Antequera. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla en 1990, realizó la especialidad en Cirugía Cardiovascular vía MIR en el Hospital Virgen del Rocío, donde lleva 30 años trabajando, siempre como "discípula", como ella se siente, del prestigioso cardiólogo Antonio Ordóñez, con el que pasó muchas horas de aprendizaje y, posteriormente de quirófano, y al que Encarnación considera "el eje" de toda la cirugía cardíaca moderna de la que dispone hoy la sanidad pública andaluza.

- ¿Qué supone ser la primera mujer que ocupa la presidencia de la Sociedad Andaluza de Cirugía Cardiovascular (SACCV)?

- Mucho orgullo y mucha responsabilidad. Desde sus inicios, la cirugía cardiovascular siempre ha sido una especialidad de hombres. De hecho, los primeros cirujanos cardíacos de España y del mundo eran casi dioses. Eso de tocar y parar el corazón era algo que sólo podían hacer unos cuantos privilegiados. Con ese panorama, haber logrado entrar, hacer bien mi trabajo, ganarme el respeto y llegar a la presidencia de esta Sociedad es una sensación única. Pero tiene una presión añadida, y es que, al sentirme en un terreno de hombre, mi obligación es hacerlo, al menos, tan bien como ya lo hicieron ellos. Si ellos han hecho innovaciones, yo quiero hacer innovaciones, quiero hacer incorporaciones de protocolos para llegar a una mayor unificación en Andalucía, además de fomentar el trabajo multidisciplinar creando equipos multidisciplinares en las distintas provincias andaluzas.

- ¿Cree que existe hoy día igualdad real entre hombres y mujeres en esta especialidad?

Ha costado mucho trabajo, pero yo creo que a día de hoy en nuestro campo, y en la Medicina en general, sí si existe esa igualdad, tanto en Andalucía como a nivel nacional. Afortunadamente, y diría que en la Medicina en general, en la gran mayoría de los centros a la mujer se le considera exactamente igual que al hombre.

- No sólo es la primera mujer presidenta de la SACCV, sino también una de las primeras cirujanas en un hospital de referencia, incluso a nivel internacional en ciertos servicios, como es el Virgen del Rocío. ¿Cómo han cambiado las cosas para las mujeres cirujanas desde sus inicios?

- Yo empecé en el hospital en el año 92, imagine cuánto han cambiado las cosas, sobre todo, por el esfuerzo y empeño que hemos puesto las mujeres para ello. Hemos demostrado que trabajamos igual que nuestros compañeros masculinos, que hacemos tantas guardias como ellos y que somos capaces de hacerlo todo exactamente igual. Yo creo que todo depende de la capacitación y las habilidades que tenga cada uno, porque, indudablemente, nuestro trabajo quirúrgico tiene un trabajo mental importante, pero tiene también un trabajo de habilidad. Y nosotras hemos demostrado que somos capaces. 

- Desde el 92 ejerciendo, son 30 años operando corazones...

- Efectivamente, y siempre tuve claro que quería ser cirujana cardíaca y que me quería quedar en Sevilla. Del Virgen del Rocío me atrapó el hecho de que en esa época se estaba empezando con el trasplante cardíaco. Y desde entonces tengo que decir que mi vida aquí ha sido alucinante. Ser partícipe de primera mano del inicio de un programa como fue el trasplante cardíaco y haber podido contribuir a su desarrollo es muy emocionante.

- ¿Le ha temblado el pulso con alguno?

- Al principio es tanta la emoción... Ves que haces algo que te gusta y es tanta la adrenalina que tienes que ni te tiembla el pulso. Es una situación de emoción continua y permanente, y eso que no hay quien te quite las 12 horas de quirófano entre que empieza el proceso y termina ya con el paciente trasplantado. Pero son 12 horas en la que la adrenalina está en tu cuerpo. Es emoción. Imagínese tener un corazón en la mano, ver como late... Lo cierto y verdad es que he disfrutado mucho y sigo disfrutando muchísimo con mi trabajo.

- ¿Qué es más nocivo para la salud, la comida basura o los actuales ritmos de vida que nos llevan al límite?

- Eso está perfectamente estudiado. Hay una serie de componentes ambientales, el consumo de tabaco, de alcohol, comida basura, el sedentarismo o la obesidad que son hábitos relacionados con lo que llamamos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero también hay cada vez más conocimiento de los que son los factores genéticos, es decir, que al le toca, le toca. Esta parte es la menos conocida y sobre la que giran los trabajos de investigación. 

- ¿No sabemos o no queremos cuidarnos?

- Creo que sería muy interesante hacer una educación de la sociedad. Que se empiece en la escuela y que se vaya continuando con programas de información social para que la población esté informada de las cuestiones que pueden ocurrir y cómo se pueden prevenir. Ya después, una vez que desarrolla la enfermedad, pues indudablemente no se puede jugar así médico sino hay que ir a profesionales  especialistas en el problema para que sean ellos los que reconduzcan la situación que tiene cada uno porque nosotros los médicos siempre decimos que en medicina dos más dos no son cuatro. Yo creo en el arte de la medicina. No todos los pacientes debutan de la misma manera y no hay que actuar con todos igual.

- A principios de año se trasplantó con éxito un corazón de cerdo a un humano. ¿Considera que puedan llegar a sustituir a los de las personas?

- A día de hoy, no, en unos años, no sabría qué decirte. Es cierto que la genética y la biología molecular es algo que se está incorporando cada vez más en los equipos de investigación. Hay otra línea muy interesante que también está hoy en día en fase de expansión con muy buenos resultados y en el que en el Virgen del Rocío somos centro de referencia y son los corazones artificiales. Nosotros tenemos pacientes en los que tienes que hacer un trasplante y no aparece corazón a los que les hacemos las asistencias ventricular. O pacientes en los que en un momento determinado tienen indicación de trasplante, pero aparece un pequeño problema, que en ese momento lo contraindica, mientras se ponen asistencia ventricular. Lo importante es tener herramientas poder elegir en un momento determinado que es lo mejor para el paciente.

- ¿Cómo ha cambiado la especialidad en los últimos tiempos?

- La cirugía cardiovascular, como ha ocurrido prácticamente con el resto de las especialidades de la medicina, ha experimentado, sobre todo, un importante avance tecnológico. Eso nos está permitiendo ser líderes desde el sur de España y ser puntero en técnicas que son totalmente novedosas. Igualmente están avanzado mucho las técnicas endovasculares o técnicas de cirugía mínimamente invasiva. A día de hoy se pueden curar muchas personas con procedimientos en los que no hace falta abrir el pecho. Eso ha permitido que cambie lo que era el concepto de hace 30 años de lo que era la cirugía cardíaca a la actual y nosotros estamos subido al carro de la innovación porque, o te subes, o te quedas atrás. Lo importante es avanzar y aprovechar todas las posibilidades que nos oferta el progreso. 

- ¿Dónde guarda una cirujana cardiovascular la Medalla que la ciudad de Sevilla le brindó el año pasado en honor a su larga trayectoria?

- La verdad es que eso ha sido una una de las de las noticias que que más orgullo y satisfacción me ha dado. Que me llamaran desde el Ayuntamiento para decirme que iba a recibir este reconocimiento fue increíble. Yo creí que era una broma. Soy sevillana por los cuatro costados. Me formé en Sevilla, me vine a trabajar al Virgen del Rocío, aquí sigo 30 años después en los que he tenido ofertas para irme pero que no me he querido ir y que mi ciudad reconozca mi trayectoria... Sin palabras. 

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