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Emilio Muñoz Jorva, director de la Coral Sagrada Cena y la Guadalupana

"La música forma parte de nuestra vida incluso antes de nacer"

"La música forma parte de nuestra vida incluso antes de nacer"

"La música forma parte de nuestra vida incluso antes de nacer"

-¿Qué significa para usted la música?

-La música es vida, forma parte de nuestra vida incluso antes de nacer. El primer sonido que escuchamos es el corazón de nuestra madre y nos marca el ritmo para toda nuestra vida. La música va con nosotros desde que nacemos hasta que nos morimos y yo digo que mucho más allá, porque habrá quien cante también en nuestra despedida, así que está presente siempre.

-¿Cuándo comienza su relación con ella?

-Empiezo de joven porque me incorporo al Coro de la Hermandad de la Sagrada Cena de Huelva en las navidades de 1979. Allí conocí a mi novia y después mi esposa, Luisa, y llevo más de treinta años metido en la música: primero, música vocal y después me hice cargo del coro -la actual Coral de la Sagrada Cena- en 1985 como director. Así que he cumplido los treinta y un años de dirección; muchas cosas de mi vida giran en torno a eso, y con la evolución propia de cada uno voy abriendo campos, con nuevas experiencias.

-¿Qué le gusta más: la interpretación o la dirección?

-La interpretación. Alguien tiene que coordinar y dirigir, pero a mí me gusta que salga de dentro lo que cada uno siente. Me gusta la música por lo que a mí me hace sentir y lo que valoro de la dirección es lo que se transmite a través de la música que hacemos. No es tan importante interpretar la partitura o leerla tal como está escrita, sino transmitirle al espectador lo que quiere decir esa música. Ese es el eje de mi trabajo.

-Sus inicios fueron, entonces, en la Coral de la Sagrada Cena. ¿No había cantado antes en ninguna agrupación?

-Alguna vez, alguna cosita en la catequesis, con algún coro parroquial, pero es a partir del Coro de la Sagrada Cena cuando se me introduce el gusanillo, principalmente, por la amistad que encontré en esos jóvenes.

-Con este coro ha vivido momentos importantes...

-Sí, he vivido momentos entrañables. Los principales, con mi familia. Cantar con mi mujer nos une mucho. Mi hija creció en ese mundo y ahora es instrumentista y cuando vamos a algún concierto, vamos toda la familia, cada uno haciendo lo que le gusta o mejor sabe hacer; es un punto de encuentro único. Recomiendo a muchas familias que prueben en este campo o en otro porque realmente la identidad y la unidad familiar se forja mucho en lo que se comparte.

-Desde hace cinco años dirige la Coral Guadalupana.

-A mediados de 2011 me propusieron que me hiciera cargo de este coro, que era un grupo de personas que se unían a través de la música, al que le hacía falta una dirección para reconducir el trabajo que se hacía. He encontrado allí cosas que pensé que no iba a encontrar. Muchas vidas, experiencias distintas... y darme cuenta de lo cruel que es la sociedad con los seres humanos y más si son de fuera. Esa solidaridad que nos debería caracterizar he sentido cómo hace aguas. Descubrir la Coral Guadalupana es una forma de realizarme dentro de lo que debe ser la acción social de cada uno.

-¿De dónde saca el tiempo para tanto?

-Pues no lo sé. Cuando más me estreso es cuando termina el año y veo lo que he hecho en la agenda. Soy creyente y creo que hay una fuerza muy especial que nos pone en el sitio y nos muestra el camino, y tenemos que seguirlo. Es verdad que le quito mucho tiempo a mi descanso, pero como me siento tan lleno con lo que hago, disfruto mucho.

-¿En qué lado se queda la música instrumental?

-Aparte de la música vocal, con la Coral de la Sagrada Cena y la Guadalupana, soy uno de los impulsores del Orfeón onubense, que dirige Vicente Ballester; canté en la Polifónica con José María Roldán, y en el Coro Lírico, con Fernando Vázquez; fui el primer director del Coro Andariego, donde estuve ocho años, y el Coro Universitario también lo arranqué yo con un grupo de compañeros. En la faceta instrumental, formamos en la Asociación Juvenil Sagrada Cena un grupo de cuerda, Viviocuerd; otro de viento, Pentauloi, y una orquesta barroca, Follia di Spagna.

-¿A qué suena Huelva?

-Huelva suena a riqueza medioambiental, a un lujo en la luz, no sólo del sol, sino de las personas; es solidaria y suena a amor.

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