"El poder te hace desconfiado y hay quien cae en el esoterismo"

gervasio posadas. escritor

"El poder te hace desconfiado y hay quien cae en el esoterismo"
"El poder te hace desconfiado y hay quien cae en el esoterismo"
Francisco A. Gallardo

20 de mayo 2016 - 01:00

-El mentalista de Hitler, sobre el ascenso del dictador nazi a través de la inaudita fe en su adivino, que se puso de moda en el Berlín de los años 30, ¿Es una novela que le llegó medio hecha?

-Es una historia que al conocerla te mueve a saber más de ella. El mentalista de Hitler es una biografía novelada. He sido un escritor muy directo para contar la toma de poder de Hitler. Puede parecer que fue un proceso lineal o algo inevitable, pero tuvo muchos altibajos de popularidad que podrían haber impedido ese ascenso.

-¿Quién es este mentalista, Erik Jan Hanussen?

-Tiene una vida aventurera. Nace en 1889 a las afueras de Viena, con escasas semanas de diferencia de Hitler. Trabaja en el mundo del circo y recorre países, buscando trucos. Era un mentalista conocido. Fue acusado de fraude en un juicio en Checoslovaquia y, aseguraba, consiguió con su poder que le declararan inocente.

-No era de los que le gustara la discreción...

-A principios de los 30 apareció en Berlín, que era la capital europea del espectáculo, y se convierte en el hombre del momento. A partir de sus actuaciones y consultas hace sus negocios. Compra dos periódicos y aumenta sus tiradas con temas esotéricos, sucesos. Era avispado. En 1930 había llegado a Berlín y en 1932 ya tiene muchísimo dinero.

-¿Es así como entra en contacto con el partido nazi?

-En 1932 publica una predicción en su periódico. Hitler había perdido las elecciones y se le daba por un político acabado, pero él vislumbra que va a ganar las siguientes elecciones. Se acerca a los nazis y presta dinero que el partido necesitaba. Presta personalmente a Goering y así ocupa una posición fuerte y conoce a Hitler. En noviembre, pese a un mal resultado, gana las terceras elecciones en un año y que en pocos meses le darán el poder absoluto.

-El nacionalsocialismo se convirtió en la esperanza por el desencanto de la política tradicional.

-Con el desencanto, los partidos nuevos siempre parecen más atractivos; y aún más en un panorama de caos. En junio de 1932 se convocaron elecciones y los nazis alcanzaron un 37%, se quedaron cortos. Se vuelven a convocar en noviembre, se pega una bofetada de pérdida de votos, y en el partido se discute si Hitler es la persona adecuada, ya que está obsesionado por ser canciller. Ahí vuelve a ver a Hanussen y se reafirma en que Hitler está predestinado a tener el poder. Eso se produce en enero del 33 con el nombramiento que firma Hindenburg tras el acuerdo con fuerzas conservadoras y el apoyo de empresarios frente al ascenso de los comunistas.

-Da respeto hacer comparaciones y pensar que en la inestabilidad actual y entre los populismos exista una figura parecida a Hitler.

-Son contextos diferentes. En la crisis de 1929 Alemania estaba arruinada por la Primera Guerra Mundial. No podía devaluar porque debía hacer frente a unas compensaciones muy altas. Ante la crisis, la inestabilidad, muchos piensan que no estaría mal la mano dura y ahí crece la figura de Hitler. Los paralelismos con la actualidad no pueden ser literales, pero hay similitudes.

-¿Realmente cree que Hanussen tenía capacidad de adivinar el futuro?

-Es difícil evaluar los poderes de Hanunssen con 80 años de por medio. Hay constancia de sus predicciones. En una carrera de coches predice que va a morir un piloto, el príncipe Lobkowitz. No se sabe si de alguna manera influyó en él, si hubo sabotaje, casualidad. Pero sin duda Hanussen era intuitivo y muy inteligente. Se había formado en la lectura de los músculos de la cara. Había viajado y aprendido mucho.

-¿Quién sería Hanussen actualmente?

-Sería un personaje de la tele seguro, metido en publicidad. Llamando la atención.

-¿Tanto pudo influir este mentalista en Hitler?

-Hitler no era persona de dudas pero en este caso le reforzó su convencimiento de estar destinado a gobernar. La política es tan imprevisible que a veces es normal que se caiga en el esoterismo.

-¿Es proporcional el alejamiento de la realidad, de la gente, con el acercamiento a los adivinos?

-El poder te hace desconfiado y hay quien cae en el esoterismo. Mitterand, Chávez o Fidel Castro se dejaron guiar por los adivinos, como tantos dirigentes en la Historia. Y hay tipos como Rasputín que alcanzaron el poder.

-El nazismo y la Segunda Guerra Mundial forman parte de un conjunto con la Primera. ¿Por qué se empeñó Alemania en la revancha?

-Era el complejo de superioridad del Imperio Alemán. Desde 1870 había existido un desarrollo industrial tremendo. Alemania había superado al Reino Unido y a Francia, que tenían imperios gigantescos, y lleva a los sectores más conservadores a pedir más espacio. La insatisfacción colonial también empujó a la Primera Guerra Mundial, y la Segunda es consecuencia de la primera.

-¿Están las guerras neutralizadas con las instituciones modernas?

-Ceder soberanía siempre es bueno para lograr la paz entre los países. En la guerra los países terminan peleándose por cosas pequeñas. Las instituciones actuales garantizan la paz, aunque Alemania pueda abusar de su posición. Pero Alemania ha quedado escarmentada de guerras.

-¿Hay mucho de ficción en su novela histórica?

-La historia está narrada por un periodista español destinado en Berlín. Él es ficticio, pero no los compañeros que aparecen: Augusto Assía, de La Vanguardia, o Eugenio Xammar, maestro de periodistas catalanes. Según a quien tiene enfrente el protagonista, José Ortega, dice que es pariente de El Gallo o de Ortega y Gasset. Eso es muy español.

stats