Alejandro González. Presidente de la Federación de AAVV de centros históricos de Andalucía

"Se está privando al nativo del derecho a su propia ciudad"

"Se está privando al nativo del derecho a su propia ciudad"

"Se está privando al nativo del derecho a su propia ciudad" / miguel ángel gonzález

-Acaba de dejar la presidencia de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Jerez. ¿Tiró la toalla ?

-No, la dejo por desgaste. Admito que me he quemado. Cuando tú y el colectivo al que defiendes sois independientes, no te casas con nadie, y te atacan de un lado y otro sin argumentos serios y sin mirar por los intereses de la asociación... He llegado a un punto en que mi trato con el político va a perjudicar más que beneficiar. Es necesario que entre otra persona para que inicie un proceso de diálogo. De la asociación nadie quería que me fuera.

Lo que da exclusividad a un centro histórico es su patrimonio social, que debe ir unido al cultural"

-Sin embargo, es presidente de la Federación Andaluza.

-Sí, seguiré en ella porque no me acapara tanto.

-¿Qué objetivos tiene la federación?

-Principalmente, diagnosticar los problemas que tenemos en común y hacer lo posible para resolverlos, colaborar con la Administración regional y denunciar todo aquello que veamos a nivel de Junta de Andalucía. Si una ciudad que pertenezca a la Federación padece un problema, nos volcaremos con ella. Una prueba de ello es la protesta que hubo días atrás en Jerez por el mal estado de su centro histórico y a la que acudieron representantes de otras ciudades que podrían secundar esta idea y hacer protestas similares.

-¿Cuáles son los principales problemas que tienen los cascos históricos andaluces?

-Hay dos principalmente. Por un lado, está el problemas de los apartamentos turísticos ilegales y, por otro, la liberalización de los horarios de la hostelería. Respecto al primero, sucede, por ejemplo, en Granada, donde los vecinos se encuentran papeles debajo de su puerta de promotoras o inmobiliarias interesadas en comprarles su vivienda, algo que ven como una amenaza. También en Málaga, donde el centro ha perdido casi 20.000 habitantes debido a las pocas condiciones de habitabilidad ya que se ha convertido en un parque temático para los turistas, faltan servicios y equipamientos y no se respeta el descanso. Por muchos museos que tenga Málaga, se sigue vendiendo el turismo de borrachera y fiestas.

-También hay ciudades que se quejan del turismo de bodas y despedidas de solteros.

-Sí, por ejemplo, Marbella, donde los fines de semana no cesan de celebrarse bodas, con sus pertinentes despedidas previas. Lo que se critica es la concentración de ese tipo de cosas en los cascos históricos, no el acontecimiento en sí. También ocurre con actos culturales, lo que constituye un problema para el residente a la hora de desplazarse, que no sabe si podrá salir de su casa por una procesión, un concierto... Eso hace que el resto de la población que no vive en el centro no comprenda estas quejas y nos vean como señoritos o amargados, algo que no corresponde con la realidad. Se está privando al nativo del derecho a su propia ciudad. Dicen que Cádiz va a ser la próxima que se rebele contra los turistas.

-¿Y respecto a la liberalización de los horarios de la hostelería?

-Es lo que pretende el Gobierno, y va a repercutir en toda la ciudad pero, sobre todo, en el casco histórico. Es algo que se está haciendo de manera poco clara, sintomático de la falta de idea que tienen los políticos en Andalucía de cómo reactivar la economía y los centros históricos. Esto es denunciable.

-¿Cómo debería ser un casco histórico?

-Como un barrio más, con la diferencia de que en él se ubica todo el patrimonio y los edificios de interés cultural y turístico. Nosotros encantados de que sea así y de que sean un motor, pero cuando ese turismo se descontrola y no se le pone coto, puede que los costes sean más elevados para la Administración que el propio beneficio. Es un modelo insostenible.

-Diga un buen ejemplo de centro histórico.

-Pontevedra es un modelo sostenible. Se disuade al ciudadano de acudir al centro en coche, hay amplios lugares de ocio y equipamiento, y comercios de cercanía. Vitoria es otro buen ejemplo. Normalmente, todas las del norte y oeste.

-Desde la Federación aseguran que detrás del abandono de un casco histórico, como el de Jerez, hay un negocio futuro encubierto.

-Jerez tiene la oportunidad de no caer en ese error. Es el proceso que han seguido otras ciudades: se abandona la zona que se quiere poner en valor, se provoca la despoblación pero no total, esas propiedades son vendidas o compradas a bajo precio por fondos de inversión o empresas especuladoras y, de repente, todo se empieza a revitalizar. Parece que es lo que todo esperábamos, el maná, pero en realidad se termina de expulsar a los últimos residentes porque todo se llena de bares y actividades durante el día poco respetuosos, es decir, un parque temático para el turista que cierra de noche. Algo muy perjudicial porque no hay un tejido poblacional que mantenga el patrimonio cultural. Lo que da exclusividad a un centro histórico es el patrimonio social. Ambos patrimonios deben ser indisolubles. El turista de calidad quiere vivir la propia ciudad, hacer lo que hacen sus habitantes. '

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