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Yago Álvarez Barba | periodista económico

"En 2008, le vimos las costuras al neoliberalismo"

Yago Álvarez Barba.

Yago Álvarez Barba. / Elvira Mejías y David F. Sabadell

TRUCOS DE ECONOMISTA CABREADO. Yago Álvarez Barba (O Porriño, 1980) quiso ser rico y, para conseguirlo, se metió en Empresariales y Económicas: “En esa época, había cierto sentimiento aspiracional”, dice. La época era la de plena burbuja, y posterior estallido. En ese escenario, lo recordarán, el discurso económico imperante era el de “habéis vivido por encima de vuestras posibilidades”. “Yo no encajaba nada”, apunta. Así que abrió un blog y una cuenta de X (@EconoCabreadopara traducir el lenguaje económico al humano. Pescar el salmón (Capitán Swing) es otro capítulo dentro de esa misión.

–Economía: lenguaje críptico, auspicios, carácter de oráculo social... De números no sabré mucho, pero sí sé reconocer a una pitonisa cuando la veo.

–Precisamente, lo que intento generar con este libro es una sociedad que sea más crítica, con herramientas para enfrentarse de forma diferente a la prensa económica que, aunque no lo parezca, es pura ideología. Meterse en economía es lo mismo que meterse en política.

–Me alegra ver que alguien más diga que el relato no sólo mata al dato, sino que le pone un bloque de cemento en los pies.

–Y en economía, muchísimo, aprovechándose de que la mayor parte de la población no tiene un conocimiento económico suficiente para desenmarañar los datos e interpretarlos. Las causas y consecuencias suelen ser los dos términos en los que se intenta generar el relato: ¿quién era culpable del delirio inmobiliario? Nosotros por supuesto, sin embargo eran los bancos los que habían jugado al casino.

–Enseña algunos trucos para desenmascarar la neolengua económica pero, ¿cómo poder hacerlo sin chuleta?

–Entrenarte para esto es complicado. Mira el ejemplo entre lo que se suele llamar ‘inversión’ (armamento, aeropuertos, etc.) y ‘gasto’ (educación y sanidad). Y, ¿qué mayor inversión que una ciudadanía bien educada?

–La narrativa de la austeridad fiscal, dice, se está volviendo a imponer.

–Ah, en cuanto volvamos a las reglas fiscales a nivel europeo en 2024, Calviño ya ha prometido que va a reducir el déficit. Y si la inflación no se controla, pues puede ser que empecemos a ver recortes, que siempre es en servicios. Pero hay que entender que todo esto de las reglas fiscales no es más que un mensaje: en Japón llevan 20 años con una deuda del 200% del PIB, su banco compra su deuda.

–Uno de los ejemplos que relativizan el peso del PIB es Irlanda.

–El segundo PIB más alto de Europa, tras Luxemburgo. Lo ponen mucho de ejemplo: ¿ves? Menos impuestos, más riqueza. Pero su condición de paraíso fiscal para las empresas hace que el PIB esté inflado en un 30%. No se traduce en un aumento del poder adquisitivo de los irlandeses.

"Frente a la del 29, la reacción oficial a las últimas crisis ha sido la austeridad"

–¿Cuánto puede haber de profecía autocumplida al hablar de dificultades económicas en el futuro, posible recesión, etc?

–Bueno, es algo que ha pasado mucho en el último año y medio. Hubo cabeceras que hasta dijeron que íbamos a tener cortes de luz en invierno. Ese tipo de mensajes terminan calando en el que los escucha, y qué hace, nada, se queda quietecito, no vaya a ser: consume menos, y si eso se generaliza puede causar una contracción en la economía que lleve a la recesión. Así que muchos discursos son capaces de modificar el comportamiento económico y la política.

–En el colmo de su ‘there is no alternative’, Thatcher decía que Tony Blair había sido su mayor logro político. Pero más bien resultó ser ‘there is no future’.

–Desde 2008, con la crisis financiera mundial, le vimos las costuras al neoliberalismo, Y mucha gente, con la pandemia, también se dio cuenta de la necesidad de tener unos servicios públicos potentes. Intento ser optimista y veo que se han abierto ciertos debates que antes no se daban, por ejemplo, el del tope al gas.

–Si el crack del 29 llevó a las políticas keynesianas, de fortalecimiento del Estado social, ¿por qué no ocurrió lo mismo en 2008 ?

–Pues eso forma parte de la involución histórica. Tras las II Guerra Mundial, el neoliberalismo vio que lo que se tenía que ganar era la batalla cultural, y que los obreros votaran a la derecha. Y esa batalla cultural tenía que darse a través de los medios de comunicación:así que, cuando llegó la crisis de 2008, surgió otra narrativa completamente distinta, y la solución pasaba sin remedio por la austeridad. ¿Por qué fue diferente al 29? Porque los medios lo dijeron:en esa época, los medios dijeron públicamente que lo que habían hecho era un desastre, y los que más habían abundado en la idea de invertir y demás, fueron castigados. Sin embargo, a los que en la cima de la burbuja inmobiliaria decían “cómprate una casa”, nadie los castigó.

–El 66% de la desigualdad en España se explica a través de las herencias. ¿Por qué compramos tan rápidamente la moto del emprendimiento?

–Nuevamente, por la maquinaria mediática. ¿Que luego las nuevas empresas se estrellan a los tres años? Qué más da, sólo te van a contar el éxito. El caso de Amancio Ortega se ensalza de forma exagerada, pero no te dicen que prácticamente el resto de apellidos del Ibex están ahí gracias al franquismo.

–¿Qué sensación le provoca el término decrecimiento?

–Para empezar, no entiendo el decrecimiento sin la redistribución. Dicho esto: llevamos mucho tiempo con un sistema económico que se basa en el crecimiento, en un planeta de recursos finitos. Así que vamos a tener que hablar de decrecimiento como una forma de sobrevivir.

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