El portavoz socialista, José Antonio Alonso, ha apreciado una actitud positiva y constructiva en las fuerzas parlamentarias para poder intentar llegar a un pacto de Estado contra la crisis, con la excepción "notable" del PP, al que ha criticado su "cerrazón" aunque espera que rectifique. José Antonio Alonso, que el pasado martes inició con CiU una ronda de contactos con las fuerzas parlamentarias, ha proseguido las reuniones con el PNV, ERC, IU e ICV para intentar acordar una propuesta unitaria contra la difícil situación económica y se ha centrado en recabar su respaldo a la Ley de Economía Sostenible.

Según ha explicado en una rueda de prensa en el Congreso tras las reuniones, Alonso ha dicho que se ha centrado en esta iniciativa por tratarse de una ley para "empezar a cambiar" el modelo productivo, hacerlo más resistente y competitivo, y dejar así atrás un modelo más basado en la especulación y el "ladrillazo". También les ha transmitido la necesidad de que debe formalizarse un acuerdo en torno al Pacto de Toledo y asegurar así que el sistema de pensiones "sea tan bueno" como el actual.

Por otro lado, esta ronda de diálogo que ha abierto Alonso en el Congreso no es incompatible, ha recalcado, con la creación de una comisión que ayer anunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para buscar acuerdos en reformas económicas concretas que permitan salir de la crisis cuanto antes. Ha opinado que Zapatero ha tenido una idea "excelente", que encaja perfectamente con la labor parlamentaria que desarrolla el grupo socialista porque es en las Cortes, ha precisado Alonso, donde todas las medidas tienen su "traducción" legislativa.

Los contactos con el resto de los grupos parlamentarios proseguirán hasta el viernes de la semana que viene, que se cerrarán con el PP, del que espera que cambie su actitud después de que "haya dicho no" a la oferta de diálogo parlamentario para encontrar un acuerdo contra la crisis. Después de esta primera ronda, seguirá el diálogo con los grupos parlamentarios, ha asegurado, porque está convencido de que "no hay que dejar de hablar" porque es "bueno" para el país y, además, los ciudadanos "demandan que nos entendamos y nosotros lo intentaremos".