De la Audiencia Nacional a Móstoles

Ruz deja el juzgado desde el que ha ido destripando en cinco años casos como Gürtel y Bárcenas

El juez Pablo Ruz.
El juez Pablo Ruz.
Nieves Albarracín (Efe) Madrid

17 de abril 2015 - 05:05

El juez Pablo Ruz celebró ayer en compañía de los funcionarios su último día como juez de la Audiencia Nacional, adonde llegó hace cinco años en sustitución de Baltasar Garzón para investigar causas de gran calado político como el caso Gürtel y los papeles de Bárcenas.

Según fuentes jurídicas, el magistrado pasó ayer su última jornada laboral en la sede de la calle Prim de la Audiencia Nacional, donde se despidió de los funcionarios, que le regalaron una maleta de piel marrón, y firmó sus últimas resoluciones como titular del Juzgado Central de Instrucción 5, que a partir del lunes pasará a manos del juez José de la Mata.

No está previsto que acuda hoy a trabajar a la Audiencia, pero sí irá el lunes para firmar su cese, que coincidirá con la toma de posesión de De la Mata, quien tendrá que seguir instruyendo piezas del caso Gürtel y otros asuntos como la fortuna de Jordi Pujol hijo.

Cuando llegó a la Audiencia Nacional hace cinco años para sustituir a Garzón, Ruz ni siquiera hubiera podido imaginar que su nombre acabaría para siempre ligado al del ex tesorero del PP Luis Bárcenas y a la investigación de una supuesta caja B en el PP.

Sobre todo porque cuando Ruz se hizo cargo en junio de 2010 del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, entre las causas pendientes que se encontró en su nuevo despacho no figuraba el caso Gürtel, pese a que originariamente había estado en manos de Garzón.

Este caso volvió a su juzgado en marzo de 2012, procedente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que en 2011 había declarado el sobreseimiento de las actuaciones contra Bárcenas en relación con esta trama de corrupción.

A partir de ese momento, tanto Ruz como el ex tesorero, al que volvió a imputar, comenzaron a abrir telediarios y acaparar portadas, sobre todo, cuando en enero de 2013 llegó al juzgado una comisión rogatoria de Suiza desvelando la ingente cantidad de dinero que Bárcenas había llegado a atesorar en entidades bancarias del país helvético (42 millones de euros).

Este hallazgo llevó a otro: el de los ya famosos papeles de Bárcenas, referentes a una supuesta caja B en el PP. Las anotaciones del ex tesorero desembocaron en la apertura de una nueva causa. Seis meses después, el 27 de junio de 2013, contra todo pronóstico, enviaba a prisión a Bárcenas, y el ex tesorero, que hasta ese momento había negado ser el autor de esos apuntes contables, admitió que habían sido escritos por él y que respondían a una contabilidad paralela del que había sido su partido.

Ruz ha tenido que soportar críticas por sus decisiones, tanto de un lado como de otro -por imputar al ex secretario del PP Ángel Acebes o por desimputarlo después, por no ir más allá en quién dio la orden del chivatazo a ETA o por acusar de ello a altos mandos policiales-.

Discreto, sencillo y trabajador, así definen sus compañeros a un juez del que sobre su afiliación sólo se conoce sus convicciones religiosas y que pertenece a la plataforma Otro Derecho Penal es Posible, de carácter progresista aunque él nunca se ha definido ideológicamente. Ahora, convertido, al igual que su antecesor, en juez estrella, se incorporará a un modesto juzgado de la localidad madrileña de Móstoles.

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