La desaparición de Izquierda Unida o de sus federaciones territoriales no está encima de la mesa. Ésta es la tesis que defendió ayer el cooordinador federal del partido, Alberto Garzón, quien acusó de "deslealtad" a quienes desde dentro de la coalición lanzan "rumores falsos" que solo perjudican a la propia organización.

En declaraciones a los medios antes del inicio de la manifestación del Primero de Mayo en Madrid, Alberto Garzón achacó estos "rumores" a una estrategia crítica contra la dirección de Izquierda Unida que, según recordó, en la última asamblea recibió el 75% de los apoyos.

El líder de la formación, que se refirió así al manifiesto avalado por algunos alcaldes, concejales y altos cargos que exigen a la dirección "respeto a la soberanía" de Izquierda Unida, comentó que es "perfectamente legítimo" discrepar, pero lo que "no es legítimo es inventarse noticias".

Los firmantes del manifiesto, titulado Por una Izquierda Unida soberana, democrática y al servicio de la ciudadanía, rechazan una supuesta propuesta de la dirección federal que lidera Alberto Garzón de implantar un modelo organizativo que pretende disolver la estructura federal de Izquierda Unida (de partido político clásico a movimiento político y social).

Alberto Garzón pidió una "reflexión" a quienes están lanzado este "falso rumor" por lo que "afecta y perjudica" a la coalición. Además, les reprochó que usen "estos instrumentos para golpear a su propia organización, me parece desleal y un grave error".

El líder de Izquierda Unida quiso dejar claro que desde la organización es "perfectamente legítimo discrepar" y esas discrepancias se resuelven en los órganos, "que es donde democráticamente se hacen las cosas en IU", concluyó.