El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer a las víctimas de ETA que su Ejecutivo trabaja por la "disolución incondicional" y la "derrota definitiva" del terrorismo, "con todas las consecuencias", porque este es el "único final aceptable" de la organización terrorista y además, el "mejor homenaje" que se puede rendir a los asesinados.

Rajoy lanzó este mensaje a las víctimas del terrorismo en el discurso con el que dio por concluida la convención nacional del PP en Valladolid, en el que se ha buscado un acercamiento con este colectivo después del enfriamiento con parte de él de las últimas semanas. De hecho, el programa incluyó el sábado un homenaje a ellas y contó con la presencia de Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, y de Pilar Elías.

El presidente tuvo un recuerdo para los cargos asesinados por la banda terrorista, afirmó que el PP está "donde siempre" y que todo el país será siempre "deudo" del sacrificio personal de las víctimas de ETA. "La victoria de la democracia, la disolución incondicional de ETA y la derrota definitiva del terrorismo, con todas sus consecuencias, es el único final aceptable de esta historia. Y juntos, codo con codo, con nuestros compañeros del Partido Popular del País Vasco, vamos a poner como siempre todo nuestro empeño en conseguirlo", dijo.

La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, agradeció al presidente del Gobierno su apoyo explícito en la lucha contra ETA y aseguró que se marchaba de la convención "contenta y satisfecha". Aseguró que ahora podrá volver al País Vasco a decirles a los miembros del PP que el presidente del Gobierno "sabe de su esfuerzo, de su dedicación y eso es muy importante", y que se marcha de la convención "muy satisfecha por ellos".

En lo relativo al balance de este encuentro, aseguró, en declaraciones a los periodistas al término del discurso de Rajoy, que el partido sale unido y "consciente del reto que tiene por delante". "Es el momento de dejar de mirarnos tanto al ombligo y mirar hacia fuera, porque nuestro compromiso es por España y con los españoles, y eso es lo que nos debe preocupar", sentenció.

El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, se mostró por su parte convencido de que el Gobierno de Mariano Rajoy "se va a implicar en el liderazgo del final de ETA" y consideró que, "en no demasiado tiempo", la organización terrorista "intentará nuevamente ser protagonista de la actualidad con un gesto de desarme". En una entrevista concedida a Grupo Noticias, el dirigente popular defendió que la dispersión "tiene sentido hasta que ETA se disuelva" y remarcó que "el futuro de Euskadi debe contar con la complicidad y el entendimiento del PNV y PP".

Asimismo, reconoció vivir con "preocupación y tristeza" las bajas de afiliados producidas los últimos días en Covite a causa de discrepancias internas. "Me produce un inmenso dolor que, en el fin de ETA, se produzca el fin de la unidad de quienes han estado contra ETA y quienes han sufrido sus zarpazos en sus carnes", agregó. Tras advertir que ETA es "un moriturus que se niega a poner su esquela de defunción", indicó que "la ETA de las pistolas que hemos conocido está absolutamente acabada". "ETA está acabada y si no se disuelve, el Estado de Derecho la disolverá. Quien la va a disolver definitivamente será la espalda que le da la sociedad vasca" señaló.