El abogado vasco TxemaMontero, expulsado de Herri Batasuna por condenar el atentado de Hipercor en Barcelona, reconoce que existen dudas sobre el anuncio de ETA del fin de la violencia, pero mantiene que "debemos actuar como si fuera en serio, es lo más eficaz".

-Esta vez parece que va en serio, ¿no?

-Parece que no es poco. El anuncio del cese definitivo de la actividad armada no tiene precedentes. Persisten dudas porque no anuncian la entrega de las armas y porque se reservan para sí una función de garantes políticos. En todo caso debemos actuar como si fuera en serio, es lo más eficaz.

-¿Qué ha cambiado con respecto a la frustrada tregua de 2006?

-La extrema debilidad de ETA: no tiene capacidad para otra salida que declarar un cese unilateral de su actividad para impedir su derrota sin paliativos. Por otro lado, la izquierda abertzale se encuentra cómoda sin tutelas militaristas y está fortalecida electoralmente. No quería unir su suerte política a una ETA sin futuro ni podían escamotear su pasado asociado a ella. Así que la izquierda abertzale nada reprocha a ETA, y ETA deja vía libre a la izquierda abertzale.

-¿Qué peligros acechan a este punto y final?

-Los elementos más fanatizados de ETA y la izquierda abertzale, en la medida de que sus expectativas de éxito electoral, político y de mejora en la situación de los presos no se cumplan. Los medios de comunicación exacerbados, recuerdo a Pío Baroja que acusaba a gran parte de la prensa de la época del incendio de pasiones que llevó a la Guerra Civil. Los sectores políticos más reaccionarios que atizan el duelo de las víctimas.

-¿Debe Patxi López convocar elecciones y el Gobierno iniciar el acercamiento de presos como le ha pedido el PNV?

-Debería pero no la va a hacer. Entre otras cosas porque Bildu, en teoría más interesado ya que actualmente está fuera del Parlamento, no tiene urgencias. Prefiere el calendario existente; primero elecciones generales con grupo propio en el Parlamento español, a poder ser superando al PNV, y dentro de un año elecciones al Parlamento vasco con opciones de ser el grupo mayoritario. Se han convertido en prudentes y creen disponer del tiempo a su favor. El Gobierno, atendiendo tanto la petición del PNV como su propia tímida iniciativa, lleva meses acercando presos, puede legalmente y debe políticamente llevar a las cárceles vascas o de su entorno a todos los presos. Tiene medios para ello pues acaba de terminarse la construcción de una cárcel junto a la ciudad de Vitoria con capacidad suficiente para todos los presos de ETA.

-También está la derogación de la ley de partidos y de la doctrina Parot, ¿no?

-Yo soy partidario de la derogación de la ley de partidos. Siempre me pareció antidemocrática por estar hecha a la medida para ser utilizada contra la izquierda abertzale, una ley para un solo usuario no es ley, es una sanción. Lo que ocurre es que Bildu ya es legal, y suficiente para la izquierda abertzale; por eso a ellos no les importa tanto su legalidad salvo para poder presentarse con jactancia, por sí mismos, sin tapujos. En cuanto a ladoctrina Parot, interpretación de excepción del cumplimiento de las penas, confío en que el Tribunal Constitucional la revoque, otra cosa sería mantener unas condenas al límite de la perpetuidad.

-¿Pero ETA no debería entregar antes las armas?

-Debería, pero creo que no lo va a hacer. Y me preocupa, es el lado oscuro de esta situación. La tentación de la cuarta carlistada. Lo dejamos... hasta que el pueblo nos lo vuelva a pedir; no las entregamos porque el enemigo es taimado y está siempre al acecho. Una pensamiento político militarizado, una visión maniquea de la vida que afirmó ETA y, ¡ay!, la izquierda abertzale aún no han superado.

-¿Y pedir públicamente perdón a las víctimas?

-Deben y creo que lo harán, pero están tardando tanto y lo envolverán entre tantas justificaciones que a las víctimas les parecerá insuficiente e impostado.

-¿Hay alguna diferencia real entre la posición de Rajoy y la de Mayor Oreja?

-Rajoy tiene una experiencia de ETA desde el conocimiento general, y Mayor Oreja desde su conocimiento personal. Para Rajoy, ETA es un tema de su agenda política, y para Mayor Oreja es el tema de su agenda política. Rajoy mira al futuro, y Mayor Oreja al pasado.

-¿Comparte que es imposible que haya alguien que no se haya alegrado del fin de la violencia?

-No lo comparto. Hay periodistas fachas; grupos de interés económico en el ámbito de la seguridad; carreristas políticos y policiales que se están comportando como si se les hubiesen birlado una guerra, que, como decía Benito Mussolini, è bella ma scomoda, es bella pero incómoda.

-¿Otegi merece algún trato de favor para abandonar la cárcel?

-Debe salir de la cárcel ya. Su condena, pendiente de recurso de casación, está basada en una sentencia absolutamente injusta que me recuerda a la Reina Roja de Alicia de Lewis Carroll: "Eso, eso, primero el fallo, luego la sentencia y por último el juicio". Otegi ya estaba condenado antes de celebrarse el juicio, y eso es inaceptable, se trate de Otegi o de cualquier lector del Grupo Joly. Hablo como jurista y espero que el Tribunal Supremo la case y revoque.

-Usted dejó Batasuna tras el atentado de Hipercor. ¿Volvería a militar en ella?

-A mí me expulsaron de Herri Batasuna por un artículo que escribí, cinco años después del atentado de Hipercor, que por cierto condené por considerarlo un "múltiple asesinato". En el artículo pedía la participación de HB en todas las instituciones políticas y el abandono de la violencia. Veinte años después, la misma izquierda abertzale lo pone en práctica. ¿Cómo militar en un grupo político que toma decisiones estratégicas con 20 años de retraso?