Deporte, voz y voto
Dos atletas, un ex ciclista y un ex judoca relatan su experiencia en el PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos
A menudo los deportistas callan o cuando hablan se van por los cerros de Úbeda. Más aún sobre política. La tendencia ha cambiado algo en la última década. No sólo algunos se atreven a decir lo que piensan sobre la función pública, sino que se enrolan en los barcos. Tampoco hay que obviar la capacidad de persuasión de los políticos, conocedores del gancho del deporte y sus valores. Los atletas Jesús Ángel García Bragado y Natalia Rodríguez, el ex ciclista Miguel Ángel Martín Perdiguero y el judoca Óscar Peñas fueron seducidos y cada uno narra sus experiencias en el PP, PSOE, Ciudadanos (C's) y Podemos, respectivamente.
Con 46 años, Chuso García Bragado logrará en Río el récord español de participaciones olímpicas, siete, al superar al waterpolista Manel Estiarte y al jinete Luis Álvarez Cervera. Saca tiempo para los durísimos entrenamientos de 50 kilómetros marcha y para llevar sus quehaceres desde 2011 como concejal del PP en Sant Adriá del Besós, municipio barcelonés; previamente, estuvo un año en el Ayuntamiento de Lérida. "La política es dura y lo dice alguien cuya disciplina deportiva también lo es. Hay que tener vocación, el desgaste es importante", expone el madrileño afincado en Cataluña.
Se considera "ante todo español y mi ideología encajaba muy bien con el partido en el que milito". Cuando llegó a Sant Adriá del Besós, en 2011, era la época de la marea azul y le propusieron encabezar la lista. "Las cosas han cambiado y ahora somos ocho grupos en el Ayuntamiento. Hago esto por un servicio público; si pensara en forrarme, me iría a la empresa privada. La corrupción es a la política lo que el dopaje al deporte".
Criado en un colegio de Vallecas de valores cristianos, admite que se siente cómodo en "espacios de centro-derecha, aunque la función social o la política deportiva no tienen ideología". Ha competido en medio planeta y asegura que "España es la envidia de países como Francia o Italia; igual nos falta autoestima". Sobre el asunto catalán opina que "habría que entrar en una dinámica de colaboración de constitucionalistas e independentistas", mientras lanza un mensaje de apoyo al PP para el 20-D: "Si pegamos bandazos, tendríamos inestabilidad. Lo más sensato sería darle un voto de confianza, aunque no todo lo ha hecho bien. Aportará estabilidad en esa pequeña senda de recuperación".
Otra cara de la moneda es su colega Natalia Rodríguez (Torreforta, Tarragona, 1979), aún en activo pero algo apartada de la élite. Especialista en 1.500, fue bronce en el Mundial de 2011 y oro en el Europeo en sala en 2009, entre otros galardones. La catalana aceptó la propuesta de Josep Félix Ballesteros para ir en las listas del PSC por Tarragona en 2011. Nombrada concejal de Deportes, estuvo en el cargo sólo nueve meses.
"No pasó nada malo. Pensé que podría compaginarlo con los entrenamientos y no pude. Además, era una época dura, con muchos recortes, y yo iba con la mentalidad de ayudar al deporte. Existen muchos intereses que te supeditan y decidí dejarlo. Salí un poco desengañada y me di cuenta de que la política no me llama", argumenta la mediofondista.
Rodríguez procede de una familia votante socialista, aunque no se afilió y se presentó como independiente. Ve "positiva" la irrupción de nuevos partidos. "Con lo vivido en los últimos años va cambiando la mentalidad de la gente y mis ideas son una mezcla de todo, aunque tiro más para la izquierda, claro". Sobre la confrontación generada por el procés, piensa que "mira cada uno por lo suyo y ninguno por los ciudadanos".
Martín Perdiguero (San Sebastián de los Reyes, Madrid, 1972) hizo labores de gregario en su etapa (1997-2006) en el pelotón profesional, compitiendo en las tres grandes rondas. Dejó los pedales y en 2007 se enfundó el traje y la corbata para integrar la candidatura del PP en su localidad. Tras ocho años de concejal, cambió de bando este 2015 para convertirse en portavoz municipal de Ciudadanos en el municipio madrileño.
"La gente que gobernaba no hacía cosas por el deporte y por eso entré. La política municipal del PP estaba bien hace ocho años, no luego. Dejé de creer y me marché. Creo en el sacrificio y en que todos los vecinos opinen; en C's he encontrado eso, vale ya de estar en una lista por ser amigo o familiar. Aquí mandamos todos o nadie, no uno solo", arguye el ex ciclista.
La formación naranja le va al dedo porque "está intentando regenerar la política y acabar con el sectarismo de derechas y izquierdas. La gente quiere centro y sentido común, está cansada de tanto bipartidismo. Por eso Albert Rivera será presidente del Gobierno, está claro. Hay que salir a ganar. Él ha vuelto a crear ilusión, la que nos ha faltado en España en estos años. La gente que tiene miedo a los pactos es que no cree en los demás. El español quiere y sabe que todos los partidos tienen algo que aportar, unámonos y ayudemos".
En tres Juegos Olímpicos, con diploma incluido en Atenas 2004, defendió la bandera de España el judoca Óscar Peñas (madrid, 1974), hoy militante de Podemos, aunque sin cargo orgánico, y coordinador de deportes del programa electoral nacional. Muy activo en movimientos sociales (mareas blanca, verde) y con una completa formación en Educación Física, dice que "conozco muy bien el sector y los deportistas siempre hemos sido los últimos en la estructura, a los hechos me remito: bajan las subvenciones y lo primero que quitan en el Consejo Superior de Deportes es el deporte base y olímpico, presupuesto cero, y en las federaciones lo mismo".
Da las razones por las que llegó a la política: "Es el momento crítico y Podemos es un gran partido que quiere cambiar las cosas, la sanidad, la educación, el deporte. Las federaciones están como hace 40 años y eso hay que variarlo. A los deportistas nos siguen viendo como los del chándal y este sector es muy potente. Nuestro programa es pionero porque llevamos la figura de un Defensor de la infancia en el deporte, que haya un plan integral con otras áreas, que en las Fuerzas Armadas se cree una dirección general. ¿Por qué votar a Podemos? Muy sencillo, porque va a gobernar con y de cara a los ciudadanos. No tiene sentido que se gobierne para el Íbex 35 o para negocios particulares".
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