Llamada a una alta participación y enmienda de error
Cuatro por uno
El líder de Ciudadanos pide llenar las urnas con la vista puesta en sumar escaños en todas las provincias Rajoy compensa con promesas sociales cuatro años de recortes
CONFORME pasan los días de campaña electoral -y hoy se rebasa el ecuador- se van aclarando las tendencias y los líderes comienzan a apurar sus propuestas de movilización del voto. Bien con promesas bien con apelaciones al deseo de cambio. Albert Rivera sabe, a tenor de los datos diarios de evolución de la intención de voto, que la oportunidad de optar a gobernar no se la juega sólo en las provincias más pobladas y urbanas, sino que está ya en disposición de empezar a disputar escaños en provincias con menos peso demográfico y representación en el Congreso. Catorce provincias que tienen cuatro o tres escaños. En Soria, única con dos, ya el CIS le otorgaba uno, como al PP, dejando al PSOE sin representación.
Para afianzar esos representantes, Rivera llamó ayer a una alta participación el 20-D: "No se queden en casa y llenen las urnas de votos", dijo antes de añadir: "Si nos conformamos, luego tendremos a Rajoy y nos arrepentiremos de que todo siga igual".
Rivera cree que una mayor participación le beneficia, aunque eso no se lo garantiza nadie. Hay sociólogos que sostienen que es más probable que se alteren poco las previsiones.
Porque aunque es cierto que el CIS detectó más de 40% de indecisos en el voto directo, lo cierto es que su proyección de escaños basada en su predicción de intención de voto ya reparte ese voto no declarado o decidido. Esa participación alta beneficiaría prácticamente a todas las candidaturas, que verían incrementados sus apoyos en proporción parecida a la predicha por los sondeos.
Pero además de pedir que se llenen las urnas, Rivera tuvo que enmendar el error que cometió a última hora del martes y que concierne a un tema tan sensible e importante como la violencia machista, que es causa de decenas de muertes: la propuesta de eliminar el agravante que supone que un varón ejerza la violencia sobre una mujer.
El programa de Ciudadanos propone eliminar la "asimetría" con la que la Ley trata a un sexo y otro en casos de violencia doméstica.
Toda la clase política salió ayer en tromba a criticar esa propuesta, lamentando que C's minimice un problema tan grave. Hacerlo en Andalucía horas después de un brutal crimen machista en el pueblo sevillano de Lebrija suponía un error mayúsculo.
Rivera tuvo que enmendar ese patinazo ayer, afirmando que lo que proponen no es dar un paso atrás en la lucha contra la violencia machista sino igualar por arriba. "Proponemos elevar, no bajar, como algunos dicen, el agravante que hoy existe para la violencia de género a todos los tipos de violencia doméstica, también con familiares, con menores, con parejas de cualquier tipo y condición", dijo antes del mitin que tuvo lugar ayer en Toledo.
Para salir de este entuerto, también desvió la atención hacia la cuestión territorial, un baluarte de su discurso político. Rivera enfatizó que "nunca, nunca, nunca" gobernará con un partido que quiera romper España o convocar un referéndum. Además equiparó a Pablo Iglesias con Artur Mas, porque, sostuvo, "defienden lo mismo".
Su negativa a pactar con Podemos no es una sorpresa tampoco. Si uno compara el ideario y el programa de C's con el de Podemos hay poco en común más allá de la regeneración del ejercicio de la representación política. Pero al descartar un pacto con Podemos, desterrando el tripartito que busca Pedro Sánchez, afianza la llamada del PSOE al voto útil.
Guiño al granero de votos de los mayores
Entramos en la última semana de campaña electoral y el presidente del Gobierno empieza a desgranar las propuestas sorpresa que aún guarda para afianzar más su posición de favorito en estas elecciones a Cortes Generales. Mariano Rajoy aseguró ayer que los mayores de 65 años que opten por no jubilarse y seguir trabajando no tendrán que tributar por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas. La propuesta es muy atractiva para el granero de votos de los mayores que permanezcan en activo, que verían incrementados sus ingresos netos a prácticamente los de sus ingresos brutos. Sin embargo también es un riesgo: pues supone un agravio para millones de pensionistas que sí tributan IRPF por la renta bruta que supone el cobro de su pensión. Además supondría otro freno a la creación
Altavoz a nuevas sombras de corrupción
El candidato de Podemos sabe perfectamente que una de sus mejores bazas es que el electorado lo ve como el mayor azote contra la corrupción política. Y cuanto más avanza la campaña, más enfatiza ese perfil. Ayer Pablo Iglesias cargó contra Mariano Rajoy al considerarlo cómplice del cobro de comisiones por parte de diputados del PP por conseguir contratos en el extranjero para empresas españolas. Frente a la sentencia inicial de Rajoy de que "todo era normal", ayer Exteriores abrió una investigación a uno de los implicados, Gustavo de Arístegui, hoy embajador en la India. Iglesias acusó a Rajoy de "mirar para otro lado" mientras se produjeron esos cobros, con el objetivo de trasladar al electorado que el PP no se ha regenerado ni está libre de corrupción. Un discurso que afianza el voto de sus adeptos.
Continuas referencias al pasado del PSOE
Pedro Sánchez reivindicó anoche en Gijón el legado del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien participaba en el mitin en Asturias. También puso de manifiesto la importancia de las transformaciones sociales que supuso la Presidencia, durante casi catorce años, de Felipe González. Realmente ZP tiene en su haber avances en derechos y libertades que sirven de aval para el candidato socialista: matrimonio gay, Ley de Dependencia o modificación de la ley del aborto. Sin embargo, apelar a los últimos años en que un socialista estuvo en La Moncloa incurre en el error de recordar la política de negación de la crisis, despilfarro de los muchos recursos disponibles de 2008 a 2010 y los duros recortes que aplicó en el último año de mandato. Todo tiene su reverso.
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