Un comando etarra asesinó a tiros a seis policías nacionales en Rentería el 14 de septiembre de 1982. Han pasado más de 34 años y el hijo de uno de los agentes sigue clamando justicia, o al menos un juicio y una sentencia. El huérfano, el sevillano José Miguel Cedillo, acompañado de su madre, María Dolores García, leyó el lunes un comunicado ante la sede Interior en el que solicita una entrevista con el ministro, al que reclama además la condición de víctima del terrorismo.

Cuando reunió las energías suficientes para localizar a los asesinos de su padre, con una estela de traumas, psicólogos y psiquiatras a su alrededor, Cedillo acudió a la Oficina de Atención a Víctimas del Ministerio del Interior. Hace cuatro años. En balde.

El Estado tiene identificados a los cuatro terroristas del comando Donosti, como recoge el escrito oficial del entonces fiscal general Eduardo Fungairiño. Dos murieron en un tiroteo con la Guardia Civil, el tercero es Josu Zabarte, el carnicero de Mondragón, al que se juzgó como colaborador y no como autor. Y el cuarto es Félix Manzanos Martínez, quien se encuentra en paradero desconocido pese a que aparece en sumarios cruzados desde 1998 en la Audiencia Nacional, aunque algunos medios lo han situado en Cabo Verde.

Cedillo lamenta en este sentido que la Audiencia Nacional no haya actuado de oficio para extraditarlo y "ha dejado que el caso prescriba".

También censura que, en su opinión, la ley integral a las víctimas del terrorismo "genere injusticias" y sea "restrictiva" con los derechos y coberturas que los huérfanos de ETA deberían tener.

"El Estado, el Gobierno y los tribunales no han hecho más que poner piedras en el camino, cerrarnos puertas, esperanzas y deseos de saber la verdad, descansar en paz y acabar con todo esto", subraya Cedillo, que reitera que el Estado está "fallando" cuando los asesinos se van incorporando a la vida publica, tienen "portadas" de periódico y "las instituciones les escuchan".

Fuentes de Interior explicaron a Efe que son conscientes del desamparo sobre la situación de rebeldía de uno de los autores del atentado y que, por esta razón, desde Interior se ha seguido la situación procesal de la causa.

Respecto a la petición del huérfano de ser considerado víctima directa y recibir de este modo una pensión vitalicia, además de la pensión extraordinaria de orfandad ya percibida, las fuentes recuerdan que la Audiencia Nacional denegó esta solicitud al considerar que fue su padre la víctima directa.

Cedillo y la viuda del agente insisten en que les reciba Fernández Díaz, que no está por la labor.