España

La séptima operación en tres años

El Rey entra en el quirófano para ser intervenido quirúrgicamente por una hernia discal, la séptima operación a la que se somete en los últimos tres años, la mayoría de ellas de carácter traumatológico, derivadas de accidentes o problemas de desgaste en el sistema óseo

Con ésta, ya son doce las operaciones a que Don Juan Carlos se ha sometido a lo largo de su vida, la primera a los 16 años, cuando en 1954 fue operado de apendicitis en Tánger, e incluso seis años antes requirió una intervención menor para superar una otitis que le sobrevino en Friburgo (Suiza) y le obligó a permanecer dos semanas hospitalizado. 

Han pasado poco más de tres meses desde la última operación del jefe del Estado, el 23 de noviembre del pasado año, en el hospital madrileño San José, del grupo Quirón, donde un equipo dirigido por el traumatólogo Angel Villamor le implantó una prótesis en la cadera izquierda para resolver los problemas causados por la artrosis. 

El pasado miércoles, el Rey tuvo que volver al hospital San José porque esa prótesis sufrió un leve desajuste, que Villamor comprobó y resolvió sin necesidad de cirugía en menos de una hora, tras lo que Don Juan Carlos regresó a la Zarzuela. 

Siete meses antes de la operación de noviembre, el 27 de abril de 2011, el equipo médico de Villamor había solventado en el quirófano una luxación en la otra cadera, la derecha, producida al desajustarse una prótesis recién implantada por un mal movimiento durante una audiencia concedida en la Zarzuela al ministro emiratí de Asuntos Exteriores, jeque Abdalá bin Zayed al Nahyan. 

Villamor había implantado esa prótesis el 14 de abril, después de que el Rey se fracturara en tres fragmentos la cadera derecha, afectada además de artrosis, como consecuencia de una caída en Botsuana, durante un viaje privado para participar en una cacería de elefantes. 

Para entonces había pasado más de medio año desde su anterior operación, el 4 de septiembre de 2011, en el mismo centro sanitario, para someterse a una cirugía bajo anestesia epidural por la rotura del tendón de aquiles del pie izquierdo, que no requirió hospitalización. 

La tendinitis que le obligó a entrar en el quirófano le sobrevino a principios de agosto, durante su veraneo en Palma de Mallorca, poco después de que hubiera dejado las muletas que utilizaba durante su recuperación de otra operación anterior en la rodilla. 

Los médicos apuntaron que el problema en su pie izquierdo podía derivarse del esfuerzo llevado a cabo en el proceso de recuperación de su anterior operación, una intervención quirúrgica en la rodilla derecha que le fue practicada el 3 de junio de ese año, también en el hospital San José y a cargo de Villamor, quien le implantó una prótesis bajo anestesia epidural. 

De otra índole fue su anterior operación: el 8 de mayo de 2010, Don Juan Carlos fue intervenido en el Hospital Clinic de Barcelona para la extirpación de un nódulo en el pulmón derecho, cuyo estudio permitió descartar la existencia de células malignas, y a partir del día 11 continuó su recuperación en la Clínica Planas de la capital catalana, donde permaneció hasta el 21. 

El 30 de septiembre de aquel año, la Casa del Rey anunció que se encontraba totalmente recuperado y no requeriría posteriores revisiones. 

Nueve años antes, el 1 de marzo de 2001, el monarca se sometió a una cirugía para eliminar unas varices en la pierna derecha en la clínica Sant Josep de Barcelona, donde permaneció un día. 

Las anteriores operaciones se debieron principalmente a lesiones deportivas, la mayoría de menor importancia, originadas por la afición del Rey a los deportes de riesgo. 

En 1977, un golpe en su yate Fortuna le produjo dolores de espalda y le obligó a visitar al radiólogo en Palma de Mallorca. 

Cuatro años después, el 21 de junio de 1981, se golpeó contra una puerta de cristal tras jugar un partido de squash con el tenista Manolo Santana en la pista del palacio de la Zarzuela. 

Sufrió varias heridas en el tórax, muslo, antebrazo izquierdo, las manos y la nariz, por lo que tuvo que ser intervenido durante varias horas y permaneció un mes con el brazo izquierdo escayolado, porque un cristal le había cortado el nervio radial. 

La pista de esquí de la estación suiza de Gstaad fue escenario el 3 de enero de 1983 de otro accidente en el que se fisuró la pelvis en una caída. Estuvo en cama un mes, usó bastones y un corsé pélvico durante el período de recuperación y, finalmente, el 19 de julio de 1985, tuvo que ser intervenido en una clínica de Barcelona para extirparle una fibrosis que se le había formado durante ese tiempo. 

El 31 de octubre de 1988, el Monarca recibió un golpe en el ojo durante una cacería en Suecia, que le obligó a usar un colirio y ponerse gafas oscuras, por lo cual asistió en noviembre de ese año a la entrega del Premio Carlomagno con el ojo amoratado. 

En las navidades de 1989, don Juan Carlos tuvo que ser atendido por un médico en la estación de esquí de Courchevel (Francia), tras sufrir lesiones leves a causa de una caída cuando esquiaba. 

De diciembre de 1991 data otra lesión en la rodilla derecha, ocurrida cuando esquiaba en Baqueira Beret y fue derribado involuntariamente por otro esquiador, tras lo que fue operado el día 30 de aquel año para reducirle una fractura por hundimiento de la meseta tibial externa, por lo que utilizó muletas hasta abril de 1992. 

Además, su historial de lesiones incluye una fisura en la zona próxima a la muñeca derecha, ocasionada tras resbalar en una placa de hielo cuando volvía de esquiar en Candanchú en febrero de 1995, que le obligó a usar en ese brazo primero una escayola y unos días más tarde la venda que con la que se le vio acudir a la boda de su hija mayor, Doña Elena, celebrada en Sevilla el 18 de marzo de 1995. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios