España

El último funeral

Un periodista vasco que va para veterano cuenta que ha conocido la geografía vasca, sobre todo la guipuzcoana, de iglesia en iglesia y de cementerio en cementerio por culpa de ETA. Ayer asistió en Cambo-les-Bains al último funeral propiciado por la banda terrorista, responsable de más de 850 durante sus casi 60 años de vida.

En esta ocasión, las honras fúnebres en esta localidad termal vascofrancesa estuvieron dedicadas a la propia ETA, que llevaba casi siete años sin pulso y que ayer dejó de existir definitivamente. Esta vez no fue en una iglesia, pero sí en un recinto adecuado para investir de cierta solemnidad esas honras, la Villa Arnaga de Cambo, el palacete de estilo neovasco que el escritor Edmon Rostand, autor de Cyrano de Bergerac, se hizo construir en 1903 para retirarse los últimos años de su vida.

A diferencia de los otros oficios fúnebres, los otros más de 850, en éste los asistentes no mostraban tristeza y dolor, sino que sonreían y se saludaban ufanos, algunos tal vez porque hace mucho que sabían que este final era ineluctable. Oficiaron las exequias varias personalidades internacionales llegadas de distintos lugares del mundo. En su responso, certificaron el final de ETA, con la que no se han mostrado excesivamente duros -en ningún momento se empleó la palabra terrorismo-, que ya se sabe que no es de buena educación hablar mal del muerto en su propio funeral.

Junto a ellos, cooficiaron algunos de los que acompañaron al fallecido hasta su definitiva desaparición, como los integrantes del llamado Grupo Internacional de Contacto. No faltaron tampoco otros facilitadores, encabezados por el alcalde de Bayona y presidente de la Mancomunidad de Iparralde, Jean René Etchegaray, quien también tuvo un papel destacado en el popular Día del desarme celebrado en su localidad el 8 de abril de 2017.

El acto quiso tener un rango e impacto similar al de la Conferencia de Aiete, celebrada en San Sebastián el 17 de octubre de 2011 y que sirvió para allanar el camino a la declaración del cese de la violencia por parte de ETA, tan sólo tres días después. Sin embargo, el precipitado anuncio de la disolución definitiva de ETA convirtió a esta llamada Conferencia de Cambo en una solemne celebración de despedida de una organización terrorista que, ahora sí, ya es historia.

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