La viuda de un edil necesitó 11 años para explicar a su hijo el asesinato
Txapote vuelve al banquillo por el asesinato de un concejal del PP en 1998
La viuda del concejal del PP José Ignacio Iruretagoyena, asesinado por ETA en 1998 en Zarauz (Guipúzcoa), explicó ayer que no había contado a sus hijos cómo murió su padre hasta este año, cuando el mayor de ellos ha cumplido 16, y que aún no se lo ha dicho al pequeño, de 13.
"No lo hice antes porque necesitaba estar yo bien, y no estaba bien", afirmó la mujer durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Nacional por el asesinato de su marido, del que están acusados los etarras Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, e Irantzu Gallastegi Sudupe, alias Amaia.
Según el escrito del Ministerio Público, Txapote y Amaia, miembros del comando Donosti, decidieron atentar contra Iruretagoyena aprovechando los datos que les había facilitado el también etarra Gregorio Escudero Balerdi, ya condenado por estos hechos, y que ayer negó en su comparecencia como testigo cualquier implicación en los mismos.
De acuerdo con el relato de hechos del fiscal, el 8 de enero de 1998 Escudero trasladó a los dos procesados desde Andoain al apeadero de la estación de Añorga, desde donde ambos fueron en tren a Zarauz, donde localizaron el vehículo del concejal, en el que Amaia colocó un artefacto explosivo compuesto por cerca de dos kilos de amosal y cloratita, mientras Txapote vigilaba. A la mañana siguiente, siguiendo su rutina habitual, Iruretagoyena cogió el coche para ir a trabajar, y el artefacto explotó poco después.
García Gaztelu y Gallastegi actualmente condenas que suman, respectivamente, 307 y 160 años de cárcel.
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