Triana vista por sus habitantes

Francisco Vázquez Adorna: Adalid de la movida alternativa

Cuando Francisco Vázquez Adorna entró como alumno en el colegio  de los Salesianos de San Pedro de Triana, nunca se imaginó que con el paso de los años se convertiría en el director del centro que lo vio crecer como persona y nacer como sacerdote. Después de seis años en el cargo (el mandato de los superiores se limita a ese plazo de años en la comunidad salesiana, “algo de lo que deberían aprender los políticos”, asegura), ha abandonado el puesto de director para volver a Huelva, “una ciudad muy querida para mí”. 

Este trianero “de pura cepa”, nacido, criado y vecino de la O, “donde mi madre me dejaba de pequeño al no existir las guarderías para que correteara por allí”, añora a la Triana que se fue “con todas sus miserias y sus grandezas”. En sus clases intenta empapar a sus alumnos de esa cultura trianera que ha vivido desde pequeño: “les cuento un sinfín de batallitas, como la leyenda de la Cruz del Nazareno de la O, de los Mínimos, del puente de barcas, de la Universidad de Mareantes...”. Sabedor de lo que vale apostar por las nuevas generaciones de trianeros, se preocupa de explicarles sus raíces, “hay que conocer el pasado del barrio. Parece que antes éramos más felices a pesar de la miseria, pero lo que teníamos lo compartíamos entre todos. Ahora, en la mayoría de las ocasiones, no valoramos lo que tenemos”.

Es mucho lo que los salesianos le ha dado a Triana desde que llegaron al barrio en 1935, “hasta el punto de llegar a convertirse en toda una institución”. Lo último, hace una años, la implantación de una “movida alternativa", para la que el centro abre sus puertas los fines de semana de 10 de la noche a 4 de la madrugada “para que los chavales puedan divertirse de otra manera dentro de un ambiente educativo y no caigan en otras cosas que pueden encontrarse si están en la calle”.

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