#Papagorda25, un hashtag viral con multas de 10.000 euros

Los expertos advierten que la difusión de imágenes de personas sin su consentimiento incumple el Reglamento General de Datos

Papagorda, una etiqueta en redes sociales con multa

El bullicio pasea por el real.
El bullicio pasea por el real. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

La Feria de Abril arranca y con ella uno de los hashtags que consiguen viralizarse cada año sin mayor dificultad. Las publicaciones con imágenes y vídeos que van acompañadas de #PapaGorda consiguen dar la vuelta a España a pesar de las estampas repetitivas. Jóvenes que han perdido la chaqueta y dan tumbos manteniendo una inclinación que roza el suelo y lucha contra la gravedad. Flamencas que se quedan dormidas mientras están apoyadas sobre uno de los postes blancos y azules. Publicaciones, en definitiva, de personas en evidente estado de embriaguez que han perdido la noción del tiempo y del espacio. No es el primer año que se alerta sobre las sanciones que conlleva el compartir contenidos -sin permiso del protagonista- con motivo de burla o mofa. Incumplir las normas relativas a la privacidad de los demás puede acarrear multas que parten de los 10.000 euros.

Lo cierto es que la cifra podría aumentar si las imágenes se toman en el interior de casetas -consideradas propiedades privadas- o si aparecen menores. Sobre este tema hay un desconocimiento generalizado, principalmente porque se cree que la vía pública está libre de impunidad. Sin embargo, el experto en protección de datos y gestor de la cuenta en redes Dataguardianes, Daniel Fernández, es claro sobre este punto: "Que alguien esté en la vía pública no da patente de corso para usar sus datos sin su permiso".

Y es que en el consentimiento está el quid de la cuestión. Tanto en Feria como en cualquier otro momento. Si alguien hace una foto de otra persona y la sube a una cuenta en redes sociales que está abierta -es decir, que cualquiera puede ver- pasará a hacerse "responsable" del tratamiento que se le dé al contenido. Algo muy difícil de gestionar si se viraliza y si no se ha pedido permiso al protagonista. "El problema es que si lo subes con un hashtag concreto, en este caso #PapaGorda, estás buscando la viralidad de manera premeditada", señala Fernández.

¿A quién daña este tipo de contenidos?

Los principales damnificados por este tipo de publicaciones son, lógicamente, los protagonistas. Jóvenes -la mayoría- que no solo corren riesgos personales, también laborales. "El 87% de los reclutadores miran la huella digital antes de llamar a un candidato para ver si es compatible con los valores de la empresa antes de contratarlo", explica a este periódico María Jesús López, cofundadora de la startup sevillana Youforgetme. A esta forma de proceder se han sumado también las universidades privadas que, como las compañías, evitan que entre sus filas haya estudiantes que se enorgullezcan de salir en vídeos borrachos o pegándose.

López hace especial hincapié en que se daña el "derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen". No sólo a través de hashtags como el de #PapaGorda25, que antes de arrancar la Feria ya contaba con un alcance de más de tres millones de personas, también durante en otro tipo de eventos como conciertos, festivales o -simplemente- un viernes noche. Este año, la compañía formada por expertos en privacidad digital está inmersa en el taller Mi huella digital. Una iniciativa que ha llegado a más de 200 centros educativos para sensibilizar a niños y adolescentes. De primaria a secundaria. En su opinión, "falta formación", porque "no saben" que grabar a alguien sin su consentimiento y difundirlo "es un delito".

Además, este año vuelven a ofrecer asesoramiento para sensibilizar a la ciudadanía sobre los riesgos delictivos de grabar sin consentimiento a personas en estado de embriaguez. La startup se sirve de la búsqueda biométrica -las facciones del rostro principalmente- para que el usuario pueda ver las publicaciones en las que está expuesto y solicitar a través de la aplicación de la compañía el borrado de las mismas. Aunque sea un derecho europeo, cada red social tiene su propio procedimiento independiente que, muchas veces, puede ser muy engorroso. Por este motivo, desde la aplicación se puede pedir que se elimine este contenido y los profesionales de Youforgetme se encargan de actuar en nombre del usuario.

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