Cruz Roja se ha quedado este año sin la complicidad de la Casa Real en su día más mediático, el de la Banderita. La tensa situación que se está viviendo en el país por el conflicto independentista que se vive en Cataluña ha hecho que las agendas de los Reyes se queden en blanco esta semana, lo que provocó ayer que, por primera vez en los últimos 40 años, no hubiera presencia de ningún miembro de la familia real en las mesas petitorias que Cruz Roja tenía instaladas en la capital.

Desde la llegada de su esposo al trono, Doña Letizia ha sido fiel a esta cita, como anteriormente lo fue su suegra, la reina Sofía, con quien ha compartido protagonismo en numerosas ocasiones en este día tan señalado. Pero esta vez no acudieron ninguna de las dos, un hecho que llamó la atención a los ciudadanos que acudieron ayer a la Plaza de Las Cortes y que esperaban encontrarse con la presencia de algún miembro de la Casa Real en ésta. Desde Zarzuela se limitaron a decir que el acto "no estaba programado" en la agenda de la Reina.

Sin lugar a dudas, el Día de la Banderita ha sido siempre el acto en el que Doña Letizia ha mostrado su cara más cercana y amable. No le ha importado posar para la cámara con quienes lo solicitaban, ha bromeado con los niños e incluso ha tomado en brazos a los bebés. El año pasado sin ir más lejos, Doña Letizia bajó de la tribuna, hucha en mano, para pedir a los periodistas que cubrían el acto que colaboraran con la causa.

El Día de la Banderita supone para Cruz Roja una importante fuente de ingresos, ya que el dinero que recaudan en esta jornada suele rondar el medio millón de euros, una cifra que destinan íntegramente a los colectivos más vulnerables de la sociedad española.