Emilia Clarke, cuando lo natural gana la partida

Dice la edición estadounidense de Esquire que Emilia Clarke "se las arregla para reunir una serie de opuestos y hacerlos naturales: dulzura y fortaleza, sentimentalismo con algún tipo de sangre fría determinante. Algo en estos contrastes también explica su atractivo físico. Puede ser reina y hermana pequeña, dominadora y compañera". Por todo ello no ha tenido ninguna duda en nombrar a la actriz, de 28 años, la mujer viva más sexy sobre la faz de la tierra. La protagonista de Juego de Tronos ha tomado el relevo a Penélope Cruz, la primera en el ranking el año pasado, y a otras sensuales féminas como Scarlett Johansson, que ha ostentado el título dos años seguidos, Mila Kunis o Rihanna.

La británica, que ha superado un aneurisma cerebral, es ejemplo de que sacrificio, trabajo y actitud positiva son las claves para conseguir los sueños. Ella trabajó duro para hacerse un hueco en el mundo de la interpretación hasta que le llegó su gran oportunidad, y ha sabido aprovecharla. Interpreta al personaje más atractivo de Juego de Tronos, el de Daenerys Targaryen, la belleza rubia platino que quiere conquistar Poniente, pero cuando se quita la peluca es defensora a ultranza de sus ideas, como que una mujer no tiene que enseñar sus atributos para mantenerse en la cima. Famosas son sus quejas públicas ante las escenas de sexo "innecesarias" de la saga que la ha catapultado a la fama. Por ello exigió incluir en su contrato algunas cláusulas que no la obligaran a salir ligera de ropa en pantalla. Ella es el erotismo personificado, pero quiere serlo a su manera. Quizás fue ese carácter el empujón definitivo para convertirse en la nueva Sarah Connor en lo último de Terminator...

Cuando se apagan los focos, Emilia es una chica normal, que pretende pasar desapercibida en el gimnasio. Guapa por genética y de labios carnosos, en las distancias cortas es una mujer menuda, con curvas deseadas pero no demasiado exuberantes, mirada esmeralda de cejas pobladas y una melena morena, a la que no renuncia y que nada tiene que ver con el color oxigenado que le ha hecho famosa a nivel mundial.

Pero es esa belleza suya sin fornituras y su fusión con una personalidad arrolladora el principal motivo por el que las firmas de belleza y moda han puesto sus ojos en ella como musa para sus colecciones y campañas. Natural y descarada, Clarke posa sobre un retrete el día de un estreno para compartir la fotografía en las redes sociales, sube a Facebook una imagen sin gota de maquillaje -que por cierto ha sido de las que más likes y piropos ha cosechado por parte de sus fans- y siempre tiene un libro entre las manos. Así es Emilia Clarke, el paradigma del nuevo concepto de 'mujer fatal', y ¡muy sexy!