Pasarela

God save the QUEEN

  • Los británicos se echan a la calle para arropar a Isabel II en el acto central de su 90 cumpleaños Los hijos de los duques de Cambridge robaron protagonismo a su bisabuela

Los británicos están celebrando los 90 años de la reina Isabel II desde el pasado 21 abril. Y ayer volvieron a salir a la calle para arropar a la soberana en el 'Trooping the Colour', el vistoso desfile militar en la avenida The Mall con el que cada año se celebra (dos meses despúes de la fecha oficial) el cumpleaños de la monarca, un día que fue elegido por Jorge III en el siglo XVII para intentar que la lluvia empañara lo menos posible este acto.

Con un vistoso abrigo verde lima de Stewart Parvin y sombrero a juego, la reina Isabel II recorrió en carroza junto a su esposo y al resto de la familia real los escasos 200 metros que separan el palacio de Buckinham de la explanada de desfiles Horse Guards Parade. Le acompañaban a caballo y con uniforme de gala su primogénito, el príncipe Carlos, coronel de la guarda galesa, y su nieto Guillermo, coronel de la guarda inglesa, así como su única hija, la princesa Ana, también luciendo uniforme militar.

Tras pasar revista a los más de 1.600 soldados de las tropas británicas, la soberana regresó a Buckinham para protagonizar uno de los saludos más esperados desde el balcón principal de palacio. En esta ocasión estuvo arropada por todos sus hijos, nietos y bisnietos, aunque fueron los más pequeños, los hijos de los Duques de Cambridge, los que acapararon todas las miradas y robaron parte del protagonismo a su bisabuela, a la que llaman cariñosamente 'Gan-Gan'.

Era el primer saludo oficial de la princesa Carlota, por eso todos los focos estaban pendientes de la pequeña, que miraba atenta a la multitud desde los brazos de su madre, con un vestido en tono rosa con mangas de farol y bordados de punto inglés del mismo tono en el delantero. Carlota compartió protagonismo con su hermano Jorge, al que todo a su alrededor parecía llamarle la atención y no dudó en cuadrarse cuando los aviones de la Royal Air Force sobrevolaban el palacio.

La duquesa de Cambridge lució el mismo abrigo blanco que llevó en el bautizo de la pequeña Carlota, aunque en esta ocasión lo acompañó con una elegante pamela en tono rosa empolvado en la que sobresalía una bonita flor del mismo color. La esposa del príncipe Guillermo estuvo todo el tiempo junto a éste y a su cuñado, el príncipe Harry, que también acudió al acto con uniforme militar.

Tanto el príncipe Carlos como sus hermanos Andrés y Eduardo arroparon a su madre en un día tan especial. El príncipe heredero acudió junto a su esposa, la duquesa de Cornualles, que lució un vestido blanco con pamela a juego. Por su parte, el duque de York acudió junto a sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, que optaron por vestidos en tono verde oscuro y azul marino, respectivamente. El príncipe Eduardo, conde de Wessex, saludó desde el balcón junto a su esposa Sofía y a los dos hijos de la pareja, los príncipes Jacobo y Luisa.

Además del desfile militar, los británicos dieron solemnidad a la jornada con una salva de 41 piezas de cañón lanzadas desde Green Park y con un desfile de barcos antiguos por el río Támesis que encabezaba el Gloriana, la suntuosa embarcación de madera que fue fabricada para celebrar los 60 años en el trono de la soberana británica. Para que los súbditos brindaran sin prisas por la salud de la reina, los pubs de la capital tenían ayer licencia para cerrar dos horas más tarde de lo habitual.

Los actos en honor al 90 cumpleaños de Isabel II finalizarán hoy con un gigantesco picnic en la avenida de The Mall, en el que participarán 10.000 personas, casi todas miembros de las más de 600 entidades benéficas que preside Isabel II. El picnic, organizado por la compañía de Peter Phillips, tendrá carácter benéfico y estará a cargo de los almacenes Marks & Spencer.

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