Gucci llena de color la pasarela de Milán
La colección de aire retro presentada por Alessandro Michelle abre una de las pasarelas más esperadas del otoño
Madrid cede el testigo de las pasarelas a Milán, que abrió ayer sus puertas con una de las colecciones más esperadas, la de Gucci. Era la segunda vez que desfilaban los diseños de Alessandro Michelle, que tomó el testigo de Frida Giannini en esta firma a principios de año, pero ha sido un tiempo más que suficiente para ver que la marca ha sufrido una revolución interior. La pasarela italiana ha vivido una explosión de color con aire pop, que se nutre de vivos estampados y colores que alegres que no pasan desapercibidos.
La colección Primavera-Verano de Gucci se ha asomado, como ya adelantó con su apuesta para este otoño invierno, al espejo retro de los años 70. Las modelos remarcaron esta tendencia con sus complementos, en los que destacaban las maxi gafas de pasta o los pendientes largos de motivos florales.
Los minivestidos de estilo boho, las transparencias y los encajes encontraron su sitio en un desfile que fue muy bien acogido por el público . La colección de Alessandro Michelle ha conseguido dar una vuelca de tuerca a la firma y presentar una imagen más fiel a su propio estilo que a lo que acostumbraba la marca. En esta ocasión Gucci se presenta a medio camino entre lo chic y lo urbano. Las faldas plisadas, los vestidos camiseros y los de escote infinito y, sobre todo, los trajes de chaqueta en su más amplia gama, encontraron un sitio privilegiado en esta primera puesta en escena sobre la pasarela milanesa. Encuanto al calzado, la firma recupera el mocasín de empeine alto y plataforma, al más puro estilo setentero, aunque deja sitio también para las sandalias planas.
Otro de los desfiles que marcó ayer la primera jornada de Milán fue el de Alberta Ferreti. La italiana presentó una colección inspirada en el desierto y, para recalcarlo, sus modelos desfilaron sobre un fondo en el que no faltaba ni la arena ni las dunas. Una amplia paleta de color inspirada en los tonos tierra, desde el mostaza hasta el beige pasando por el terracota y el marrón, pintaba la mayor parte de sus diseños. Como Gucci, Ferreti no pasó tampoco por alto los estampados, aunque en su caso la apuesta principal fue la raya y los grandes cuadros. Los vestidos amplios -de largo XXL y que no marcan la silueta- fueron algunos de los diseños más comentados y, junto a ellos, los pantalones tobilleros, rectos y holgados, que combinó con blusas de seda también de corte ancho.
En cuanto a los complementos, Ferreti apuesta por una primavera XXL, con collares y pendientes que llaman la atención por sus elevadas proporciones. En este caso, aparca los colores tierra y da especial protagonismo a los tonos dorados.
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