Semblanza

Miguel Boyer, el ministro que temía España hace 40 años antes de conocer a Isabel Preysler

Isabel Preysler y Miguel Boyer en 2012, en el posado para entrevista con Efe que concedió madre de Tamara Falcó

Isabel Preysler y Miguel Boyer en 2012, en el posado para entrevista con Efe que concedió madre de Tamara Falcó / EFE

Dos años después del intento de golpe de estado encabezado por el teniente coronel Antonio Tejero, otro 23-F se quedaba en la memoria de los españoles con el rostro de Miguel Boyer, el ministro de Haciencia del "cambio" de Felipe González. Apenas llevaba un trimestre el nuevo Consejo de Ministros cuando se tomó lo que parecía un drástica e interesada medida: la expropiación de Rumasa, el holding presidido por el roteño José María Ruiz-Mateos y que se había gestado desde las bodegas jerezanas. La entonces gran empresa más popular de España estaba resquebrajada en sus cuentas, tal como había detectado la consultora Andersen.

Para los espectadores de entonces, que tenían el canguelo del golpismo aún en el cogote, la intervención a medianoche de los ministros de la Moncloa fue una aparición en la tercera edición del Telediario (a las doce de la noche, entonces la sensación de tiempo era como muy tarde) que causó entre asombro y miedo. Los españoles memorizaron el apellido de aquel serio ministro de calva, rizo y gafas que anunciaba la expeditiva expropiación con el anuncio de Eduardo Sotillos, portavoz del Gobierno y que sólo seis años antes había sido el conductor y editor del Telediario 2.

El presidente Felipe González con el núcleo duro de sus ministros, a excepción de Alfonso Guerra, en la Moncloa en 1983 El presidente Felipe González con el núcleo duro de sus ministros, a excepción de Alfonso Guerra, en la Moncloa en 1983

El presidente Felipe González con el núcleo duro de sus ministros, a excepción de Alfonso Guerra, en la Moncloa en 1983

El 23 de febrero de 1983 se anunciaba con nocturnidad la caída de José María Ruiz-Mateos que convertiría en fijación su persecución hacia Miguel Boyer a lo largo de los años, entre sus idas y venidas a la prisión, el Parlamento Europeo y mientras reconstruía un emporio, con sus formas y métodos, y que volvería a convertirse ya en este siglo en un nuevo cataclismo de malas prácticas y estafas contra los inversores.

Resumen en 'La tele de tu vida' del enfrentamiento de Ruiz-Mateos con Miguel Boyer

Ya quedó de impronta la imagen del "superministro" Miguel Boyer, al que años después, en 1989, el roteño le endiñaría el "que te pego leche", que fue el primer impacto viral en la televisión matinal porque se vio en directo. Coincidieron en los juzgados de Plaza de Castilla por una querella de injurias del ex ministro, entonces presidente del Banco Exterior de España.

Boyer es un apellido que hace 40 años despertaba entre miedo y admiración y según el partido sus intenciones eran bien distintas. Incluso Pepe Da Rosa lo elevó a himno a parodiar No te puedo querer dedicada a un ministro de Hacienda que tenía las cuentas demasiado claras con la gente: "No te puedo querer, porque me sacars lo que no tengo, te lo juro Boyer, con lo que me quea ni me mantengo". Una parodia de estilo chirigotero que convertía al ministro en personaje social y popular.

Poco después del 'golpe' a Rumasa el entonces marido de la ginecóloga Elena Arnedo conocía a Isabel Preysler. La ex esposa de Julio Iglesias que estaba casada en segundas nupcias con Carlos Falcó, el marqués de Griñón, recuerda de aquellos años que quería mucho a su marido, pero "se le cruzó" Miguel Boyer y "sintió un flechazo". Tuvo con él una relación clandestina durante su etapa final en la Moncloa, entre 1984 y 1985 y ya fuera del Gobierno fueron captadas las primeras fotos de la pareja, un notición entre el escándalo y sorpresa que sacudió a la España de entonces. Isabel Preysler ya entonces era la reina de la portadas, al lado del mediático economista tuvo carácter de emperatriz. Los dos matrimonios rotos llegaron a coincidir en vacaciones juntos. Isabel Preysler se veía con su entonces amante coincidiendo con las respectivas parejas.

Isabel Preysler y Miguel Boyer en un acto social en 1985. Al lado aparece Carlos Falcó, entonces marido de ella Isabel Preysler y Miguel Boyer en un acto social en 1985. Al lado aparece Carlos Falcó, entonces marido de ella

Isabel Preysler y Miguel Boyer en un acto social en 1985. Al lado aparece Carlos Falcó, entonces marido de ella

Se casaron en una ceremonia íntima en 1988 y aunque los comentarios y burlas giraron en torno a la hispano-filipina por sus tres matrimonios, que entonces a ojos chafarderos parecían un exceso, Preysler mantuvo compostura. Tal vez discreción no tanto, como cuando abrió la puertas de sus chalet en La Moraleja que fue tildado envidiosamente como Villa Meona por su proliferación de cuartos de baño.

El atractivo de Miguel Boyer se cimentó desde aquellas apariciones de hace 40 años como "superministro", recaudador, con entonación distinta, según cada cual, en esa palabra. Un directivo duro. El nombre de Presyler estuvo detrás en la reprivatización de Loewe, que había formado parte del holding de Rumasa, y fue ella la que insistió a su marido que su potencial debía trabajarlo en la empresa privada.

"No fue culpa de Carlos (Falcó), fue mía. Me enamoré”, confesó en una entrevista Isabel Preysler de su primer encuentro  con Miguel Boyer, quien falleció el 30 de septiembre de 2014 por una embolia pulmonar.  Y a los pocos meses el enamoramiento repentino fue de Mario Vargas Llosa y su pichula. 

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