Natalia de Molina, la andaluza que está de moda
A sus 25 años, la actriz nacida en Jaén y criada en Granada tiene una proyección de vértigo con dos premios Goya en su haber y varias películas pendientes de estreno
NATALIA de Molina sólo tiene 25 años y dos Goyas. El primero como actriz revelaciónpor Vivir es fácil con los ojos cerrados y el segundo como mejor actriz por la película Techo y comida, rodada en Jerez de la Frontera y con director jerezano, Juan Miguel del Castillo. Además es una de las protagonistas de la nueva película de Paco León Kiki, el amor se hace, que se estrena el 1 de abril
Nacida en Linares (Jaén) es la menor de cuatro hermanas y se crió en Granada. Su vocación artística es muy temprana y tiene lazos familiares con el cine, rodó con su madre y su hermana Celia de Molina, también actriz, la película Cómo sobrevivir a una despedida.Su emoción desbordante y los nervios al recoger el Goya conmovieron. Vestida con un diseño de Georges Hobeika Couture era la imagen del glamour, pero su conciencia no le impidió hacer un alegato a favor de las mujeres cuando subió al escenario: "El cine gana cuando da más espacio a las mujeres, y somos muchas". Estaba nominada con Penélope Cruz, Juliet Binoche e Inma Cuesta y pensó que era difícil ganar "sólo por la nominación ya me sentía premiada".
Sobre Techo y comida, asegura que también la ha removido por dentro: "es una película pequeña pero con un alma enorme y es dura, pero la realidad es mucho más dura".
Ella interpreta a Rocío, una madre desahuciada, víctima de la crisis, con un hijo de ocho años y jerezana, por lo que tuvo que hacer un esfuerzo y transformar su acento granadino. Antes de llegar a los Goya ya tuvo reconocimientos en el Festival de Málaga primero y posteriormente en los Premios de la Asociación de Críticos Cinematográficos de Andalucía (Asecan).
Natalia siempre tuvo muy claro que su vocación es el cine y aún tiene dos películas pendiente de estreno, Rendezvous y Los del túnel, rodada con Arturo Valls y Neus Asensi. Su ídolo es Marilyn Monroe y lleva un tatuaje de ella bajo el pecho. Mujer reivindicativa, quiso hacer públicas las palabras que no pudo pronunciar en el escenario de los Goyas al cortarla por falta de tiempo y así lo dijo en las redes sociales :"No me dejaron acabar y decir lo que quería, así que lo grito por aquí: ¡Techo, comida y dignidad para todos!".
Antes de prepararse para la promoción de la película de Paco León se tomará unas vacaciones. Desea desconectar y descansar. No tiene pareja oficial y con toda naturalidad responde: "Puede ser uno de mis proyectos para el 2016 porque llevo años sin novio, a ver si lo encuentro este".
Lo que sí tiene claro Natalia es donde irá a parar su nuevo Goya, "a casa de mi madre, se lo he dado a ella porque es de ella". La tarjeta nominativa en la que se lee su nombre como ganadora del Goya también la conserva un buen amigo, el periodista cordobés Rafa Pontes, que la acompañaba en la gala vestido de smoking, pelo engominado y gafas de pasta. Fue el chico que se emocionaba al verla subir al escenario. Curiosamente Rafa conserva la tarjeta de hace tres años cuando ganó el Goya a la actriz revelación: "ahora hacen pareja en mi casa" comentaba divertido.
Natalia es, además, una gran amante de los animales, tiene dos mascotas, una gata y un galgo,ella se llama Mafia y él Hugo. Una mujer sensible, cariñosa, espontánea y solidaria. Es la hija que todos querrían tener y la chica de la que todos podrían enamorarse. Pero, sobre todo, es una actriz que cuenta con el reconocimiento del público y sus compañeros de profesión, a pesar de su juventud.
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