La bodega del hotel-restaurante Atrio de Cáceres ha sufrido un robo en el que dos sujetos accedieron al reciento y se llevaron las botellas más valiosas de la colección del chef Toño Pérez, dos estrellas Michelin.

Quienes accedieron a la bodega sabían dónde dirigirse para alcanzar los ejemplares más costosos y se llevaron en torno a 45 botellas, las más selectas.

Entre esos vinos figuran 38 unidades de Romanée Conti, de las cuales los ladrones se llevaron 38, y que tienen un valor aproximado de 12.000 euros, más un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum  cuyo valor asciende a unos 24.000 euros.

La más valiosa del botín  es una  botella de Chateau d´Yquem de 1806 cuyo valor asciende 350.000 euros.

El restaurante Atrio se siente muy orgulloso de su bodega y esta es precisamente la reseña que incluye en su web:

¿Cómo es la bodega de Atrio?

"Conmovedora y suntuosa en su contemplación espacial, la bodega de Atrio lo es todavía más desde el punto de vista vinícola. Empieza por su gran selección de champagnes, con 44 bodegas, de las cuales 28 son de pequeños propietarios que elaboran únicamente con sus propios viñedos. Esta es una de las claves de esta bodega donde conviven en admirable relación las grandes marcas conocidas y respetadas en todo el mundo con los más pequeños viticultores, propietarios de poco más de una hectárea y capaces de enseñarnos en cada botella el lugar donde nacen las uvas. En la bodega de Atrio hay colecciones únicas de vinos. Aquellas marcas con las que todo conocedor sueña están aquí y no en una sola añada. En Borgoña todos los Gran Cru, con Montrachet de la Romanée Conti desde 1987, la propia Romanée Conti representada por 12 añadas, muchas de ellas también en magnum, 11 bodegas con su Clos de Vougeot, 6 con su Chambertin. Y junto a ellos zonas más humildes y menos conocidas por el gran público, vinos por los que se pelean los verdaderos entendidos. En Burdeos los grandes Châteaux duermen reposadamente en los estantes de madera de la bodega. 23 añadas de Petrus, siendo la de 1947 la más antigua, 25 de Haut-Brion, 24 de Lafite-Rothschild, con la cosecha 1929 como más vieja, 27 añadas de Latour, 23 de Margaux, 42 de Mouton- Rothschild con los cuadros de los más grandes artistas vistiendo sus botellas. Como guinda la colección de Château d’Yquem conservada y expuesta en una pequeña capilla, obra de arte de la arquitectura y el vino. 80 añadas diferentes, la más vieja data de 1806, cuya botella ha entrado en la historia por derecho propio gracias a un accidente convertido, por suerte, después en leyenda. Pero estos no dejan de ser datos, cifras, y detrás de la bodega de Atrio lo que hay sobre todo es pasión. La pasión con la que José Polo empezó desde la nada, buscando y adquiriendo las referncias más sobresalientes, hasta lograr lo que, sin duda, es una de las mejores bodegas del mundo.