Pasarela

Banderas y Melanie: un cariño a prueba de divorcio

  • El actor malagueño revela en una entrevista la gran amistad y afecto que le sigue uniendo a su ex mujer, Melanie Griffith.

Antonio Banderas y Melanie Griffith, posando en la alfombra roja cuando eran aún pareja.

Antonio Banderas y Melanie Griffith, posando en la alfombra roja cuando eran aún pareja. / Efe

Pocas parejas de Hollywood fueron tan admiradas y queridas como la de Antonio Banderas y Melanie Griffith. Durante el tiempo que duró su matrimonio, casi veinte años (de 1996 a 2015), la meca del cine y Málaga se fundieron en un matrimonio que, tras la separación, ha dado paso a la familia y la amistad. Pocos famosos, de hecho, hablan tan bien de sus ex. Aunque la historia de cómo se conocieron es de sobra conocida, en el rodaje de la película Two Much (1995), se conocen pocos detalles de cómo se conocieron y enamoraron. 

Banderas y Melanie, en 1996, cuando acababan de casarse. Banderas y Melanie, en 1996, cuando acababan de casarse.

Banderas y Melanie, en 1996, cuando acababan de casarse. / Efe

El actor malagueño lo ha recordado durante una entrevista a la revista Vulture (The New York Magazine) remontándose a la gala de los Óscar de 1989, cuando él y Pedro Almodóvar asistieron al Shrine Auditorium de Los Ángeles con la película Mujeres al borde de un ataque de nervios, nominada a la estatuilla a la Mejor Película Extranjeraque por desgracia para España acabó llevándose la candidata danesa. "Entramos en la alfombra roja y vi a una mujer rubia que conocía porque había visto películas de ella, pero en aquel momento no podía recordar su nombre", cuenta Banderas. "Así que le dije a Pedro, '¿Quién es? ¿Quién es? ¿Cómo se llama?'. Pedro dijo: '¡Esa es Melanie Griffith!' Y yo dije: 'Eso es. Oh, Dios mío'. Seis años después, estaba casado con ella".

Antonio y Melanie Griffith con su hija, Stella del Carmen. Antonio y Melanie Griffith con su hija, Stella del Carmen.

Antonio y Melanie Griffith con su hija, Stella del Carmen. / Efe

Antonio también recuerda que Melanie fue uno de los engranajes clave de sus primeros años en Hollywood. El actor dice haberse sentido extraño al llegar a Los Ángeles, sobre todo fuera del set de rodaje cuando no tenía un guión delante, o a un traductor que le ayudara a comunicarse con sus compañeros de trabajo. "Recuerdo que era agotador tener una vida social en Hollywood", confiesa. "Una vez conocí a Melanie y nos casamos, nos quedábamos en casa la mayor parte del tiempo porque yo podía entenderla a ella. (Pero) cuando salíamos fuera, para mí suponía mucho trabajo. Mucho trabajo para tener que hablar, y hablar, y hablar", sigue contando.

Banderas asegura que todo lo que ocurrió en aquellos años pasó muy rápido: "Mi vida era frenética y fascinante si la miro en retrospectiva. Recuerdo esos años como una época muy efervescente y preciosa". Luego, a pesar de mantener un sólido noviazgo con Nicole Kimpell, le declara su amor incondicional y eterno a la madre de su única hija: "Ya no estoy casado con Melanie, pero es mi familia. Ella es probablemente una de mis mejores amigas, si no la mejor. Aunque estemos divorciados, amaré a Melanie hasta el día en que me muera. Hemos estado en contacto todos estos años y creo que hemos gestionado nuestra separación con elegancia. A nuestros hijos les ha venido muy bien que sea así, y eso es lo más importante para nosotros. Nuestros chicos son nuestra prioridad número uno. Mi familia está allí: Dakota (Johnson), la pequeña Stella y Alexander (Bauer)".

La revista Vanity Fair ha adelantado también un extracto de su charla con el actor, que podrá leerse en su próximo número de octubre. En ella no tiene reparos en comparar a Melanie y Nicole: "Melanie era una especie de champán de burbujas y Nicole es un zumo de fruta fresca, totalmente detox", sugiere. 

Dakota Johnson y Antonio se saludan cariñosamente al encontrarse en la última edición del Festival de Toronto. Dakota Johnson y Antonio se saludan cariñosamente al encontrarse en la última edición del Festival de Toronto.

Dakota Johnson y Antonio se saludan cariñosamente al encontrarse en la última edición del Festival de Toronto. / Efe

Aunque quizás el detalle más curioso tiene que ver con los apodos que Griffith y Banderas se han intercambiado durante años: "Melanie me llamaba 'Negrito'. Y yo solía llamarla 'Rubia'. (...) No sé por qué ella me llamaba así, pero me llamaba 'Negrito'. Nunca le había dicho esto a nadie. Eres la primera persona, de hecho. Y Dakota me llamaba 'Paponio', lo cual es una mezcla entre papá y Antonio. Soy su papá Antonio, así que Paponio".

Su hija Stella y el joven Eli Meyer acudieron juntos al concierto de Il Divo en el Festival Starlite el pasado 12 de julio confirmando su noviazgo, y el Antonio suegro no puede estar más feliz con su yerno: "A su padre, Ronald Meyer, lo conocí cuando era miembro fundador y agente de CAA (Creative Artists Agency), antes de ser vicepresidente de NBCUniversal. Eli es un chico encantador y ya le he dado el 'sí, quiero'", confiesa mientras suelta una carcajada.

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