Las compras más 'chic' al aire libre
Los nuevos mercadillos a pie de playa ofrecen artesanía, productos 'vintage' y un ambiente muy variado
Hace tiempo que ir a un mercadillo dejó de ser una actividad de la que muchos se avergüenzan. De hecho, hasta la misma doña Sofía acudió al de Artà (Mallorca) hace unos días junto a su hija Elena y su hermana Irene de Grecia, para pasar una agradable mañana paseando entre los puestos y comprando pequeños objetos.
Muy alejados de la filosofía de los grandes y abarrotados centros comerciales donde impera el acero y la frialdad, los mercadillos veraniegos situados al aire libre tienen como principal atractivo y aliciente la posibilidad de detener el tiempo en ellos. No se trata sólo de comprar, sino de disfrutar de todo el proceso: pasear por los diversos tenderetes, deleitarse con los colores y olores; elevar la experiencia de adquirir algo que, más allá de un collar o un pañuelo, se convertirá en un recuerdo del viaje o del lugar de veraneo.
Precisamente ese concepto es el que destacan en el mercadillo de August, en Sotogrande (Cádiz), donde desde el 26 de julio hasta el 31 de agosto animan a comprar bonito y relajado a pie de playa de arena blanca y agua cristalina. Veintinueve puestos esperan con moda masculina, femenina, infantil, accesorios, decoración y delicatessen gourmet para los paladares más finos.
Productos de gastronomía también se pueden encontrar en el Cuartel by City Lights, en Madrid, una plaza que hasta el mes de septiembre se reinventa y llena de vida. No solamente las terrazas reviven, sino que se organiza un cine de verano y, por supuesto, un mercadillo que está hasta la noche.
Las antigüedades en muebles y la ropa vintage tienen un hueco muy especial en estos eventos. En Barcelona son muy habituales los primaverales y otoñales dedicados exclusivamente a esto, pero en Jávea también son conocedores del potencial y atractivo de esta mercancía. Por eso, el Hippy Chic Market, celebrado todos los jueves por la tarde de julio y agosto, se nutre de ella y la acompaña de artesanía, comida casera, cócteles, degustaciones de sushi y música en vivo: todos los ingredientes necesarios para crear un ambiente inolvidable.
Aunque si se habla de ambiente, no se puede obviar el famoso mercadillo de Las Dalias, en la emblemática isla de Ibiza, una parada obligatoria para aquellos que la visiten. Casi se ha convertido en un cliché, pero la gran variedad de moda, bisutería, instrumentos musicales, cuadros, fotografías, decoración, muebles antiguos, inciensos o discos no puede pasarse por alto. Pero, además, también puede indagarse en el futuro gracias a la lectura de manos y cartas o relajarse con uno de los masajes que allí se ofrecen, e incluso tomar un zumo ecológico, un té dulce o una copa al caer la tarde, amenizada con música, en una de sus terrazas.
Compras, vivencias sonoras, culinarias. Gente de cualquier nacionalidad y condición. Los mercadillos se han convertido en una experiencia de ocio veraniega altamente recomendable.
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