Pasarela

La duquesa elige Ibiza para casarse

  • La indiscreción de un fraile destapa a T-5 que la noble daría el 'sí, quiero' a Díez en la iglesia de San Telmo

La que sería la boda del año parece estar más cerca que nunca. Desde que se supo que el enlace de la duquesa de Alba y Alfonso Díez es todo un hecho -tras la donación escriturada de los bienes de la noble entre sus hijos- la prensa está a caballo entre Liria y Dueñas con el fin de conocer algún detalle sobre el acontecimiento, que la propia aristócrata ha reconocido que sería inminente. Según pudo conocer este periódico, fue ella misma quien comunicó a su círculo más cercano que su unión matrimonial con su novio no sería más allá del verano, lo que para muchos significó que la boda se celebraría el próximo otoño. Aunque todo apunta a que será un poco antes. Ayer saltaban todas las alarmas cuando los reporteros de Telecinco hacían públicas sus averiguaciones tras hablar con un indiscreto fraile de Ibiza. Éste, en una conversación telefónica, afirmó tajante que doña Cayetana y el funcionario se unirán en septiembre. "Estuve con la duquesa de Alba ayer y me dijo que se casaba en septiembre", dijo al periodista. Y repitió: "se casará aquí en septiembre", dando a entender que los novios han decidido que este paso tan importante en su relación tenga lugar en la isla balear. A partir de ese momento, los detalles del enlace fueron surgiendo uno tras otro. La cadena subrayaba en el programa Sálvame que la ceremonia se celebrará en la iglesia de San Telmo e incluso el nombre de los padrinos que los novios han elegido. El duque de Huéscar, hijo mayor de la jefa de la Casa de Alba, y su inseparable amiga Carmen Tello serían los afortunados en acompañar a los novios en el altar.

Poco más se podría conocer del acontecimiento, aunque parece que durante estos días las noticias sobre el mismo se sucederán, protagonizando horas de televisión y páginas de periódicos. Ahora, sólo faltaría que tras la inesperada filtración a la prensa del lugar y fecha de la boda, la aristócrata decidiera cambiar los planes para pillar de improviso a los medios de comunicación, que desde ayer están de guardia en los que serían los puntos clave del enlace. Algo que no sería de extrañar pues la duquesa ha comunicado que no quiere que las cámaras estén presente en el que sería su tercer paso por la vicaría, un momento que desea sea muy íntimo y familiar.

Mientras la prensa especula y sigue indagando para conocer todos los detalles, la pareja disfruta de sus últimos días de soltería. Ellos han estado de compras por la isla, paseando por el que sería el escenario de su esperada boda y visitado varios restaurantes. Lo mismo están eligiendo personalmente el menú para sus invitados.

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