El negocio de la boda de Kim Kardashian
18 millones de dólares se ha embolsado la pareja en concepto de exclusivas y de la emisión de la ceremonia en televisión
Este último fin de semana se ha celebrado, por fin, la esperada boda de Kim Kardashian y el jugador de baloncesto Kris Humphries. "Estamos oficialmente casados", anunciaba el domingo la feliz novia en su web poco después de contraer matrimonio en Soto Il Monte en Montecito (California), rodeada de amigos, familia, famosos y mucho lujo. Aunque tratándose de Kim, seguro que la inversión ya ha sido amortizada. Sea como fuere, la que es considerada una de las socialités más influyentes del mundo se ha embolsado por la exclusiva de su enlace nada menos que alrededor de 18 millones de dólares. Un 'sí quiero' que, aparte de emotivo, les ha salido muy rentable.
El diario New Yor Post publicaba hace unos días los ingresos que ambos recibirán por haber dejado que su ceremonia fuera un poco menos privada de lo habitual. De momento los novios han conseguido unos beneficios extra por permitir que el canal de televisión E! fuera un invitado de excepción a su boda. Su enlace será televisado en dos capítulos especiales como parte del reality que protagoniza Kim, Keeping up with the Kardashians. En concepto de derechos de imagen, recibirán 15 millones de dólares.
Pero los novios también han dejado que por el módico precio de 2'5 millones de euros, la revista People sea la encargada de publicar en exclusiva el álbumde los novios, eso además de los 300.000 dólares que pagaron a la pareja por anunciar en esta misma publicación que iban a pasar por el altar.
El fenómeno Kardashian incluso ha cruzado el charco y la revista británica OK! ha pagado 100.000 dólares en concepto de derechos de imagen para que todos los fans ingleses también puedan ver cada detalle del enlace. Por si fuera poco, los Humphries-Kardashian celebraron su despedida de solteros en Las Vegas. Un suculento contrato de publicidad por el que recibieron 50.000 dólares.
Pero si a estos 18 millones de beneficios sumamos todo lo que les salió gratis, el negocio es mucho más redondo. Los invitados pudieron disfrutar de una riquísima tarta nupcial de la prestigiosa pastelería Hansen valorada entre los 15.000 y los 20.000 dólares, así como de un brindis con champán Perrier Jouet por valor de 400.000 dólares. Todo ello por cortesía de las firmas antes referidas gracias a la popularidad de Kim Kardashian.
Los tres modelitos de Kim (el oficial para la ceremonia y dos más para la fiesta) fueron cortesía de su amiga, la diseñadora Vera Wang, y están valorados en 60.000 dólares. Pero tampoco gastó un euro en la sesión de peluquería y maquillaje. Pruebas, fotos y vídeos que han supuesto un gasto tasado en 150.000 dólares.
Invitados como Demi Lovato, Lindsay Lohan o Avril Lavigne recibieron en su casa las exclusivas invitaciones realizadas por Lehr & Black que han costado 10.000 dólares, aunque los novios no las han tenido que pagar porque también han supuesto un regalo.
Además, en sus dedos lucen ya sendas alianzas de compromiso y de matrimonio tasadas en 3 millones de dólares, con un jugosísimo descuento, cortesía de Lorraine Schawartz.
En la interminable lista de invitados, dos ausencias fueron las más sonadas: las de Justin Bieber, amigo personal de Kim, y Selena Gómez, su novia. Sí acudieron Eva Longoria y Eduardo Cruz, vestidos en riguroso blanco y negro, como exigía la etiqueta de este evento impuesta por los novios.
En la ceremonia religiosa oficiada por Joel Johnson, familiar del novio, hubo momentos muy emotivos, como la llegada de la novia del brazo del marido de su madre, Bruce Jenner, mientras el novio la esperaba en el altar visiblemente nervioso. El menú fue elaborado por el prestigioso chef austriaco Wolfang Puck, encargado año tras año del menú del Baile del Gobernador en los Oscar. Por último, la pareja registró su lista de bodas en una tienda exclusiva de Beverly Hills, Gearys, con regalos por valor de casi 140.000 euros. Una ceremonia y un banquete a la altura de la pareja.
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