La nueva etapa de Sandra Bullock

Nada ha sido fácil para Sandra Bullock quien, nacida en un barrio muy humilde de la localidad estadounidense de Arlington (Virginia) -el 26 de julio de 1964-, perdió a su madre, víctima de un cáncer, siendo muy pequeña. Por esa razón, la actriz fue criada en la ciudad alemana de Nüremberg (hasta la que, para trabajar, se desplazó su progenitor junto a Gesine, su otra hija y hermana de nuestra protagonista). Ya durante su adolescencia se instaló en Washington y, a partir de entonces, fue introduciéndose en el mundo de la interpretación a través de diversos grupos de teatro en los que, desde el principio, demostró su talento. Tras debutar en la televisión y en el cine, con pequeños papeles, llegó Demolition man, en la que compartió cinta con Silvester Stallone y a partir de la cual fue haciéndose un rostro cada vez más habitual en la gran pantalla. Comedias románticas y títulos de acción fueron alternándose en una trayectoria durante la que, aunque haya recibido elogios, las críticas hacia su labor han sido mucho más frecuentes poniendo siempre en duda la calidad de sus rodajes.

Sea como sea, el público la ha elegido como una de sus favoritas y, contra viento y marea, ha seguido hacia adelante hasta que, en 2009, logra el Oscar a la mejor actriz por Un sueño posible la cual, además, ha sido su propuesta más taquillera, superando los 255 millones de dólares en su país. Una importantísima cifra ésta gracias a la que se le han atribuido menciones como la de ser la figura femenina más influyente del séptimo arte, en paralelo a Julia Roberts.

Frente a este imparable ascenso, la faceta más privada de Bullock ha decrecido más que otra cosa pues, casada en 2005 con el presentador Jesse James -tras haber mantenido romances con compañeros como Matthew McConaughey o Keanu Reeves-, las continuas infidelidades de éste -aireadas, precisamente, coincidiendo con la promoción de la mencionada Un sueño posible- les llevaron a una ruptura anunciada por ella en la revista People.

No obstante, parece ser que, el ingreso de él en una clínica para rehabilitarse de su adicción al sexo -y la estabilidad familiar para el pequeño, Louis Bardo, de 7 meses, que Sandra adoptó mientras aún vivía feliz con su marido-, podrían hacer cambiar de opinión a esta mujer que, por si fuera poco, ha experimentado la desagradable situación de tener un acosador, Thomas James Weldon, quien, desde 2003, la perseguía obsesionado con la que confesaba era su ídolo más absoluto. Una situación que, de momento, parece estar controlada pues, según se ha sabido, se ha dictado una nueva orden de alejamiento que impediría a este individuo acercarse a su admirado icono en ninguna de las residencias que, por su parte, posee la "estrella".

Queda claro, en consecuencia, que se trata ésta de una persona ante la que resulta difícil permanecer indiferente y que, en cualquier caso, deja huella allá por donde pasa.