Pasarela

La nueva vida de Jessica Bueno

  • La modelo, tras conseguir la custodia de su hijo con Kiko Rivera, vive una etapa muy feliz como madre y mujer con su novio, Jota Peleteiro

Las rupturas sentimentales no son agradables, pero en muchas ocasiones pueden llevar a las personas a situaciones mucho mejores. Eso es precisamente lo que le ha sucedido a Jessica Bueno, que desde que dio por finalizada su relación con Kiko Rivera, con el quen tiene un bebé de cinco meses, vive una etapa muy buena tanto profesional como personalmente.

A esto se une que por fin ha llegado a un acuerdo con el padre de su hijo. Ambos han convenido compartir la patria potestad del pequeño, aunque la guardia y custodia del menor la ostentará la madre. En cuanto a la pensión que recibirá, Jessica hizo un primer tanteo de 4.000 euros mensuales para más tarde poner sobre la mesa la cantidad de 2.000 euros, que finalmente se han quedado en 1.200 euros, cifra que se irá actualizando anualmente a tenor de las variaciones porcentuales experimentadas por el IPC. Pero si algo llama la atención en dicho convenio regulador es que todos los párrafos subrayan que "el niño pernoctará con su progenitor en su domicilio junto a su abuela paterna" y que deberá mantener la comunicación telefónica con sus padres. A buen seguro que Isabel Pantoja está muy contenta de que Jessica cuente con ella, aunque este punto no hace sino entrever que la madre del niño se fía más de la abuela que del propio padre.

Fue Kiko quien anunció que ya no estaban juntos a través de la red social Twitter en el mes de abril, algo que pilló por sorpresa a todos puesto que pocos días antes se les había visto paseando por Sevilla durante la Semana Santa muy enamorados. Jessica no lo pasó nada bien, ya que además acababan de tener a su primer hijo, Francisco. Como ella misma reconoció en una entrevista a la revista ¡Hola!, seguía enamorada, "pero cuando hay un amor no correspondido, no hay nada que hacer".

A pesar de esos primeros difíciles momentos, la sonrisa ha vuelto pronto al rostro de la modelo sevillana, que se ha volcado en el cuidado de su pequeño... y en el de su nuevo amor.

En un tiempo récord, el futbolista Jota Peleteiro, prometedor jugador del Eibar esta temporada, ha llegado a su vida a su vida. Y la ha impactado tanto que un mes después de romper con Kiko, anunció su noviazgo con él a través de su perfil de Twitter.

Desde entonces, ha proclamado a los cuatro vientos lo feliz que se siente con el joven futbolista y han llegado a pasar tanto tiempo juntos que incluso el club de fútbol al que él pertenece ha dudado de si esa relación era conveniente para su futuro profesional y su rendimiento en el terreno de juego.

Este verano está siendo el más especial hasta ahora para Jessica ya que, además de contar con el apoyo incondicional de su nueva pareja, es el primero que pasa como mamá. Y para recordarlo y celebrar su veintitrés cumpleaños, mostró a sus seguidores de Twitter los dos nuevos tatuajes que adornan su cuerpo: uno dedicado a su hijo en el tobillo y otro a su novio en la mano. Acompañó las fotografías de tiernos mensajes: "Mi lucerito, la luz de mi vida", para referirse a su pequeño Francisco, y "La persona más maravillosa, mi amor, solo puedo agradecerte día tras día", para Jota, su chico.

Estos nuevos adornos pueden ser otro indicativo más del cambio que está experimentando la modelo, que está planteándose el traslado al País Vasco para poder estar cerca de Jota. Las alarmas han saltado tras los numerosos y espontáneos viajes que ha realizado Jessica para ver a su novio y por el hecho de que estuvieron buscando un piso hace unas semanas.

Sin embargo, lo más probable es que Jessica opte por estar entre Sevilla y el País Vasco para que así Kiko Rivera pueda ver a su hijo Francisco y porque así lo estipula el convenio al que han llegado sobre la custodia de su hijo: cualquier cambio de domicilio tendrá que serle notificado a Kiko con tres meses de antelación. La polémica por la custodia del pequeño ha sido la única nube en la vida de la modelo los últimos meses, ya que la tensión no ha hecho sino aumentar día tras día con el padre de su hijo. Suerte que este período de intranquilidad toque ya a su fin tras firmarse un acuerdo.

Con una maternidad recién estrenada, ganas, ilusión y un nuevo amor, está claro que Jessica Bueno ha conseguido renovarse y resurgir de sus cenizas.

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