Pasarela

El quinto Koplowitz habla por primera vez

  • Carlos Iglesias, reconocido por la Justicia como hijo del empresario Ernesto Koplowitz, ha concedido una entrevista.

Carlos Ernesto Iglesias Rangel, que fue reconocido como hijo legítimo del empresario Ernesto Koplowitz tras someterse a una prueba de paternidad a finales del año pasado, ha concedido su primera entrevista. Ha sido a la revista Vanity Fair, donde habla sobre su relación con la familia Koplowitz.

"Lucharé hasta el final por mi legítima herencia", declara Iglesias a la revista, tras 25 años de lucha judicial para ser reconocido como el quinto hijo del empresario y la venezolana Albertina Rangel, con la que mantuvo una relación extramatrimonial.

Asegura que su intención "no es robarles su fortuna" a los otros cuatro hijos, sino recibir lo que, según indica, le "corresponde". Además, en el amplio reportaje muestra "las cartas de amor de Ernesto a su madre, así como fotografías y documentos" que demuestran, según él, los cinco años de relación entre sus padres, hasta que Albertina se quedó embarazada, momento en el que Koplowitz pidió a uno de sus empleados que se casase con ella para darle los apellidos al niño.

Iglesias habla también de la relación con su hermana Esther, "una persona extremadamente humana, buena, muy bondadosa", y con Alicia, "más intelectual", ambas hermanas nacidas del matrimonio del empresario con Esther Romero. Los otros dos hermanos de Iglesias son Ernesto e Isabel Clara, fruto de la relación del empresario con Isabel Amores.

Nacido en 1961, nueve meses antes de que su padre biológico muriese, se trasladó con su madre a Venezuela tras el fallecimiento de Koplowitz. Entonces sus hermanos se hicieron cargo de su educación hasta los 16 años, cuando estudiaba por las mañanas y "trabajaba limpiando la fábrica de Nestlé" por la noche.

Carlos Iglesias tiene ahora 51 años y vive en un pequeño pueblo del cantón suizo. El miembro más desconocido de la millonaria saga familiar ha explicado cómo se conocieron sus padres: "En un restaurante, donde ella comía con una amiga. Al principio no pensaba que esa historia fuera a llegar muy lejos, pero al parecer mi padre ya no se entendía con su esposa, Esther, y le siguió haciendo la corte a mi madre. Tras varios viajes a Venezuela, comenzaron a salir juntos. En 1957 ya eran amantes fijos y se veían cada tres meses, pero en cada viaje que hacía mi padre les costaba más separarse. Finalmente, en 1959, la trajo a España".

Desde el año 2000, la relación con sus hermanos comenzó a enfriarse y Carlos se planteó reclamar judicialmente lo que le pertenece por ser hijo de quien es.

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