María Isabel López, aquella niña que popularizó la canción Antes muerta que sencilla, acaba de celebrar su 19 años con el recuerdo de su victoria en el Festival Eurojunior, pero con la perspectiva de un nuevo disco y la ilusión de poner en marcha una tienda de zapatos y complementos. En una entrevista, la cantante, que logró el número uno en listas de ventas durante semanas en 2004 con su bailable hit, ha explicado que su intención es retomar su carrera cuanto antes, después de terminar el plazo de unos dos años que se marcó para terminar sus estudios de Secundaria. "Estoy comenzando a prepararme para recibir cursos de interpretación y elaborando temas para hacer un disco", ha explicado. La joven onubense lleva "dos años sin grabar", desde que dejó de presentar Los Lunis, y de momento no tiene claro cuál va a ser el estilo del disco. "Están llegando los temas, así que viendo diferentes estilos y ya se verá que sale de ahí", ha dicho.

Su nuevo trabajo le supondrá volver a las estanterías de las tiendas de discos diez años después de editar No me toques las palmas que me conozco, el primero de un nada despreciable número de discos en el mercado.

Pero los éxitos para ella no fueron solo en ventas o conciertos, ya que en su pueblo natal, Ayamonte, la nombraron hija predilecta e hicieron un parque infantil en su honor, presidida con una escultura suya. Ahora, con su incipiente juventud, intenta que su voz no sufra la metamorfosis que ha dejado en el dique seco a muchos niños prodigio, pero eso parece no preocuparle. "La gente me dice que he mejorado, que canto mejor, y yo me noto que no tengo la voz tan aguda como de niña". No parece que vaya a ser éste un problema para ella. María Isabel quiere retomar lo que define como "la mejor época de su vida"; recuerda todo y lo ve "como algo increíble, viajando y conociendo mundo", aunque reconoce que el esfuerzo era importante para trabajar siempre en fines de semana y días festivos, con el fin de que sus estudios no se viesen perjudicados por su intenso trabajo en platós y escenarios.

También quiere abrirse camino en la interpretación. Tras debutar en el cine junto a Pablo Carbonell y Anabel Alonso en la película Ángeles S.A., que narra la historia de una niña que lleva su mismo nombre y pierde a su padre en un accidente de avión, una cinta que se rodó en verano, quiere abrirse camino en el séptimo arte. La joven asegura que interpretar es ahora "su ilusión", pero sus proyectos no quedan ahí. También quiere abrirse camino en el mundo empresarial abriendo su propia tienda de zapatos y complementos. "Quiero que tenga mi estilo, con tacones altos, brillos y todo reflejando como soy yo", dice. Lo tiene claro, antes muerta que sencilla.