La operación Mar de Eleva, que ha permitido la detención de ocho personas -entre ellas dos policías nacionales, un escolta del Ministerio del Interior y un guardia civil- es fruto de la colaboración entre las Fiscalías de Colombia y España para la entrega controlada del cargamento con 365 kilos de cocaína, que tiene un valor en el mercado negro entre los 18 y 22 millones de euros.

La investigación se inició a mediados de agosto a través de un requerimiento de la Fiscalía Especializada contra el Narcotráfico de Bogotá (Colombia), que contactó con la Fiscalía Especial Antidroga de España, informando de una operación de entrega controlada y agente encubierto que había identificado la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas a nivel internacional. La red sacaba la cocaína oculta en un contenedor que partía del puerto de Buenaventura Valle del Cauca y en este caso pretendía introducir una cantidad que rondaba en principio los 500 kilos.

El contenedor con la droga, que iba oculta en la propia estructura del contenedor cuyo cargamento oficial era "pulpa de piña" partió del puerto colombiano el 19 de agosto pasado y su destino era el puerto de Málaga, donde estaba previsto que atracara el 6 de septiembre. 

Las autoridades colombianas solicitaban a las españolas una autorización para que se procediera a la entrega vigilada del alijo de cocaína. El buque llegó finalmente con retraso el 7 de septiembre, procediéndose al posicionamiento del contenedor en la terminal del puerto malagueño.

El 9 de septiembre, los agentes de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) Central de la Policía Nacional y funcionarios de la Udyco de la Costa del Sol se desplazaron al puerto de Málaga para proceder a la inspección del contenedor sospechoso. Allí encontraron varios palets con cajas de cartón que llevaban piñas, y el contenedor vacío fue trasladado a otro punto para su inspección con un escáner portátil del Servicio de Vigilancia Aduanera, aunque el resultado no fue concluyente respecto a la ocultación de los estupefacientes en el suelo del contenedor.

Fue entonces cuando se procedió a realizar varias catas con una broca y a la extracción de unos restos de sustancias estupefacientes que dieron positivo en cocaína. Tras ello se cargó nuevamente el contenedor con las piñas y se procedió a su depósito y custodia en la terminal del recinto portuario, con medidas de vigilancia suficientes para garantizar que no se produjera ninguna manipulación hasta su retirada en el puerto de Málaga.

El contenedor fue recogido finalmente sobre las 09:30 horas del 14 de septiembre por un camión y trasladado primero al polígono La Isla de Dos Hermanas y luego a una nave de Carrión de los Céspedes, donde finalmente se produjo la detención de los ocho investigados, entre ellos los policías nacionales, el guardia civil y el escolta del Ministerio del Interior que realizaban labores de custodia y vigilancia del vehículo cargado con la droga.