Intrusismo médico

El nieto usurpador

La Fiscalía de Sevilla ha incoado unas diligencias de investigación por denuncia del Colegio de Médicos de Sevilla contra Francisco Javier Frontela Picón, nieto del conocido forense Luis Frontela, y dos colaboradores suyos a los que acusa de presuntos delitos de estafa, intrusismo profesional y lesiones. Después de investigar los hechos, la Fiscalía acabó archivando la denuncia en octubre de 2020, tal y como informó este periódico.

El joven mantiene abierto en Dos Hermanas un centro de injertos capitales denominado Clínica Doctor Frontela pese a que -según la denuncia- no tiene el título de licenciado o graduado en Medicina ni está inscrito en ningún Colegio de Médicos. 

Su abuelo, catedrático jubilado de Medicina Legal que ha resuelto complicados crímenes en toda España, no respalda estas prácticas, afirman a este periódico fuentes conocedoras del caso.

El joven “se atribuye la condición de médico ante los pacientes que acuden a la Clínica Doctor Frontela e induce en la publicidad la creencia de que es médico”, denuncia el Colegio de Médicos, que añade que Francisco Javier llegó a personarse en el acto de recepción a nuevos miembros celebrado en el Colegio de Médicos, se hizo fotos y las subió a sus redes sociales. “Ahora sí, médico oficial” y “Peligro, matasanos suelto”, escribió en sus perfiles.

Además de presentar esta denuncia en la Fiscalía, la Junta Directiva del Colegio de Médicos ha abierto expediente disciplinario por falta grave contra dos doctores que trabajan en su clínica, Pablo H.H. y José Ángel L.D., estos sí colegiados. Les acusa de presunta infracción del Código Deontológico “al colaborar con quien, no siéndolo, ejerce actos médicos y no posee la cualificación adecuada”.

Según el expediente que continua abierto, estos dos médicos “tenían conocimiento de que personal no facultativo venía realizando actos propios de la profesión de médico”.

Personal no médico administraba Plasma Enriquecido

El Colegio de Médicos abrió una investigación cuando una paciente denunció una serie de irregularidades, entre ellas que personal no médico le administró en el cuero cabelludo Plasma Enriquecido o PRP (Plasma Rico en Plaquetas), una técnica de medicina estética consistente en extraer sangre del propio paciente que se centrifuga para separar sus componentes y que debe ser prescrita por un facultativo.

Otro de los documentos incluidos es una receta médica de agosto de 2019, firmada por Pablo H.H., en la que se prescribe a esta mujer un medicamento denominado Dutasterida, utilizado para tratar la hiperplasia benigna de próstata que está específicamente prohibido en mujeres embarazadas o que puedan estarlo pues afecta al desarrollo normal del bebé varón.

Las recetas “no han sido emitidas por los profesionales que constan”, según la denuncia, que también da cuenta de la notificación recibida en noviembre de 2019 del Colegio de Médicos de Madrid porque un colegiado aportó varias recetas falsificadas y relató que “la auxiliar le asegura que el dueño de la clínica siguió utilizando mi número de colegiado y mi nombre para continuar con las cirugías. Cirugías que la misma auxiliar realizaba en su totalidad”.

Afirma la denuncia que ni la Organización Médica Colegial ni la Subdirección General de Títulos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades tienen a Frontela Picón como licenciado o graduado en Medicina. Tampoco en la Facultad de Medicina de Sevilla consta que haya concluido sus estudios.

La Fiscalía provincial de Sevilla incoó unas diligencias de investigación y las remitió a la Fiscalía de Área de Dos Hermanas ya que el centro denunciado está abierto en dicha localidad. En ella se incluye el expediente de Información Previa Reservada abierto por el Colegio de Médicos en octubre de 2019, en el que la clínica fue invitada a ofrecer su versión de los hechos.

Tanto Frontela Picón como su abogado, a preguntas de este periódico, declinaron responder al contenido de la denuncia, lo que harán “ante el organismo pertinente”.

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