El acusado de matar a una mujer en San Juan: "Soy un ladrón y un drogadicto, pero nunca he golpeado a Loli"
San Juan de Aznalfarache
El Moco dice que la víctima no le tenía miedo y "cuando me veía, veía al Señor"
Abel M. , conocido como El Moco, ha negado ante el tribunal del jurado haber matado a Dolores O., Loli, cuyo cadáver apareció en la plaza de Blas Infante de San Juan de Aznalfarache en febrero de 2020. El acusado, que se enfrenta a una petición de 20 años de cárcel por parte de la Fiscalía, declaró que mantuvo con ella una relación "tóxica" desde 2006 a 2009 "días sí y días no" por ser ambos politoxcómanos. "Loli le daba a todo, sobre todo a la cocaína", apostilló. Según el acusado, la víctima le denunció por maltrato "para tener acceso a la paga para las mujeres maltratadas". Incluso llego a afirmar que él era "un ladrón, un ratero y un drogadicto, pero no le he pegado nunca”.
A pesar de lo que declararon otros testigos durante la segunda sesión del juicio, Abel M. aseguró que Loli, la víctima, no le tenía miedo: "Cuando me veía, veía al Señor. Alguien malo era Efrén", refiriéndose a quien entonces, supuestamente, era pareja de la víctima”. El acusado, que solo respondió a las preguntas de su letrado y la Fiscalía, afirmó que nunca había dicho que mató a Loli y que era consumidor de cocaína y heroína desde el año 1999.
Sin embargo, el policía del Grupo de Control de Tráfico de Drogas de San Juan de Aznalfarache que testificó en la vista oral contó como, mientras ejercía labores de vigilancia dentro de una investigación, observó cómo Abel golpeaba a Loli "con empujones y algún que otro golpe" en una ocasión. Según explicó, avisó a un patrullero que llegó cuando ya había parado la pelea. Sin embargo, Abel siguió persiguiendo a Loli mientras ella se dirigía a su casa, "tuve que intervenir y dejar la vigilancia cuando vi la agresividad con la que actuaba Abel. Intenté convencerla para que denunciara, pero se negó". Esto ocurrió un mes antes de que mataran a Loli.
El agente definió a Abel como una persona "violenta" cuando está con el síndrome de abstinencia y que "no era bien vista en el mundo de la compra-venta de droga". Por esta razón, solía mandar a Loli a comprar las sustancias estupefacientes, lo que hacía que la acusara en ocasiones de quedarse con parte de la droga.
Además del agente del Grupo de Control de Tráfico de Drogas de San Juan de Aznalfarache, durante la segunda sesión del juicio también declararon dos agentes del Grupo de Seguridad Ciudadana que interceptaron a la mujer la madrugada anterior a encontrarla muerta en la plaza de Blas Infante. Según uno de ellos, Loli le dijo sobre las 4:00 que se iba a "buscar a un cliente". La víctima se prostituía para conseguir dinero para la droga, afirmaron varios testigos.
Ante el tribunal también declararon dos amigas de la víctima. Una de ellas manifestó que Loli, llorando, le había contado que El Moco la amenazaba y "no se atrevía a denunciarle por medio a represalias. Decía que no quería quedarse sola con él, que estaba muerta de miedo". La otra amiga de Loli expuso ante el jurado que Abel perseguía a la víctima para quitarle la droga y el dinero.
Por otro lado, un testigo que había compartido el fumadero con el acusado el día de los hechos, tras indicar varias veces que no recordaba lo ocurrido, terminó por decir que El Moco, le dijo que habían matado "a una chavala, que era la Loli, que le habían reventado la cabeza y rematado en el suelo".
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