La Audiencia de Sevilla confirma que el mantero murió ahogado por su propia "conducta" y no por culpa de la Policía Local

La Sección Tercera confirma el archivo de la investigación, ante la falta de indicios de delito, y ratifica que la actuación de los agentes fue "legítima, adecuada, prudente y diligente"

Archivan la investigación de la muerte de un mantero cuando huía de la Policía en Sevilla

Imagen de la concentración que organizaron los amigos de la víctima y varias asociaciones tras el suceso.
Imagen de la concentración que organizaron los amigos de la víctima y varias asociaciones tras el suceso. / José Luis Montero

La Audiencia de Sevilla ha desestimado el recurso de apelación de la familia de Mamouth Bakhoum, el vendedor callejero de 43 años que falleció ahogado tras saltar al río Guadalquivir cuando trataba de huir de unos agentes de la Policía Local, contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 17 de archivar la investigación. Los jueces confirman que la actuación policial fue "adecuada" y que el ahogamiento fue fruto de la propia "conducta" de la víctima, que era de nacionalidad senegalesa.

En un auto dictado el 15 de julio por la Sección Tercera, adelantado por la edición andaluza de Eldiario.es y recogido por Europa Press, la Audiencia hace suyos los "ajustados argumentos" del Juzgado de Instrucción para sobreseer la causa una vez visto el informe de autopsia y oídos los distintos testigos.

La Sección Tercera valida los argumentos del Juzgado de Instrucción número 17, que fueron fruto del "atestado de la Policía Local, el atestado de la Policía Nacional, el atestado del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial, declaraciones de testigos a presencia policial y el visionado de las imágenes captadas por las distintas cámaras de seguridad".

Según la narración del juzgado que hace suya la Audiencia, todo ocurrió sobre las 16.00 horas del 29 de diciembre de 2024. Al percatarse de la presencia policial en la avenida de la Constitución, varias personas que ejercían la venta ambulante ilegal de productos presuntamente falsificados se dispersaron. Poco después, cuatro agentes de la Policía Local observaron a Mamouth Bakhoum "con dos hatillos andando por el muelle de las Delicias", ante lo cual "lo siguieron para interceptarlo" mientras otros dos efectivos accedían a la zona en coche patrulla.

Al darse cuenta de que se acercaban los cuatro agentes, Mamouth Bakhoum "se aproximó poco a poco a la zapata del río y, sin atender las advertencias de los agentes de que se tranquilizara y tuviera cuidado con sus movimientos, se agarró al noray de amarre, sin desprenderse de los hatillos, y se deslizó". "Los agentes le ofrecieron la mano para que se agarrara, cosa que no hizo. Se soltó y cayó al agua con los hatillos", narra la Audiencia.

La Sección Tercera expone en su auto que a continuación dos de los policías, "tras quitarse los chalecos antibalas, los zapatos y los cinturones, se tiraron al agua" y realizaron "varias inmersiones", pero "sin llegar a encontrar a la víctima". "Personado el cuerpo de Bomberos doce minutos después, procedió a la búsqueda del cuerpo, que fue localizado a las 17.07. Se le realizaron maniobras de reanimación sin éxito, al haber fallecido", concluye.

No hubo homicidio imprudente

Así pues, el tribunal ratifica la tesis del Juzgado de Instrucción respecto a que no se aprecia "indicio alguno de la presunta comisión de un delito de homicidio imprudente por parte de los agentes de la Policía Local" que siguieron e intentaron detener a la víctima. Su actuación, dicen los jueces, fue "legítima, adecuada, prudente y diligente".

"En la conducta de los agentes no se aprecia ni excesos ni desproporción. Se limitaron a rodear a la persona que perseguían y le pidieron que se tranquilizara y que tuviera cuidado con sus movimientos, al tiempo que se le aproximaban, y fue él quien, sin atender a los requerimientos policiales, optó por seguir con su huida agarrarse al noray de amarre, sin desprenderse de los hatillos que portaba. Rechazó la mano que le ofrecieron los agentes y terminó por caer al río", señala la Audiencia.

"La actuación de los agentes, rodeando y acercándose a Mamouth, no supone la generación de riesgo ilícito o prohibido. La causa decisiva y eficiente de la caída al río y el posterior ahogamiento de Mamouth no está en la actuación de los agentes, sino en la conducta de aquel. Que Mamouth optase por agarrarse al noray de amarre sin desprenderse de los hatillos para evitar que los agentes le dieran alcance y que a continuación cayera al río y se ahogara no era un riesgo previsible", abunda el tribunal.

Para la Sala, el hecho de que la víctima "pudiera encontrarse cansado por la huída y nervioso ante la posibilidad de que los agentes le dieran alcance y le intervinieran la mercancía no permite achacar a los agentes el comportamiento arriesgado y peligroso de Mamouth ni permite colegir que los agentes, con su actuación, generaran un riesgo ilícito o prohibido".

Al hilo del recurso de apelación, la federación de asociaciones senegalesas de Sevilla llegó a denunciar en un comunicado que "pudieron ser investigadas, entre otras cuestiones, las actuaciones llevadas a cabo por los bomberos y los servicios de urgencias y emergencias sanitarias". Según esta organización, los sanitarios "fueron requeridos en el lugar de los hechos en torno a 50 minutos después de que Mamouth cayera en el río".

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