Jorge G.A., el hombre juzgado esta semana en la Audiencia de Sevilla por asesinar a una mujer con la que había acordado un encuentro sexual, fue condenado en 2011 a 6 años y 3 meses de cárcel por unas lesiones similares a una mujer de 80 años, en cuya vivienda entró simulando ser fontanero y la estranguló hasta dejar inconsciente. A continuación le robó joyas valoradas en 2.192 euros.

El patrón de la agresión fue el mismo, pues la mujer de 80 años sufrió una fisura del cartílago tiroides, traumatismo en la laringe y parálisis de las cuerdas vocales debido a la fuerza ejercida por el agresor. Por su parte, la mujer cuyo asesinato juzgará un jurado popular fue estrangulada con una toalla y la presión en el pecho le fracturó dos costillas.

Tras la constitución del jurado, el acusado declarará este martes por unos hechos ocurridos el 20 de julio de 2020, cuando contactó con R.G.L. para mantener relaciones sexuales en una vivienda de la zona de la Avenida de la Cruz Roja. Una vez en el domicilio, estranguló con una toalla a la víctima que le esperaba en la cama.

El acusado, de 50 años, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 30 años de cárcel. Por su parte, el abogado Alejandro Gómez Luna, que ejerce la acusación particular en nombre de la hija de la asesinada, eleva su petición a 33 años por delitos de asesinato (25 años), robo violento (5 años) y daños (3 años). A ello añade 100.000 euros de indemnización a la hija y 195 euros por los 16 gastos que hizo con la tarjeta que robó a la víctima.

Falso fontanero municipal en Coria

Entre los antecedentes incorporados a este juicio con jurado figura la condena de 6 años y tres meses de cárcel que Jorge aceptó en 2011 por estrangular hasta dejar inconsciente a una mujer de 80 años, en cuya vivienda de Coria del Río entró haciéndose pasar por un fontanero que debía revisar la presión del agua.

Tras una primera visita en la que comprobó que la víctima estaba sola, volvió a los pocos minutos y, sin mediar palabra, la agarró fuertemente del cuello hasta dejarla inconsciente, le robó sus joyas y huyó, según la sentencia del juzgado penal 11 a la que tuvo acceso este periódico.

La mujer declaró que el acusado iba vestido con un mono de trabajo de color azul y amarillo y ella pensó que era empleado del Ayuntamiento. Se despertó un tiempo después junto al sofá con pérdida de memoria, fuertes dolores y estado de shock. Las lesiones en las cuerdas vocales, laringe y cartílago tiroides tardaron 130 días en curar, por lo que el acusado fue condenado a indemnizarla en 15.247 euros. 

Las acusaciones incluyen ahora esta condena entre las circunstancias agravantes, por reincidencia, para el juicio con jurado.

La Fiscalía pide además que Jorge pague 10.536 euros por el incendio que provocó para evitar ser identificado y que cometió “con absoluto desprecio del riesgo que entrañaba para la vida o integridad física” de los numerosos vecinos.