Condenan a tres hombres por un intento de homicidio racista en Sevilla: "Mata al negro, que yo pago la cárcel"

Tres hombres, dos de nacionalidad española y uno marroquí, han sido condenados a penas de entre dos años y medio y cuatro años de cárcel por intentar matar a otro varón en una calle de Los Pajaritos. A uno de los implicados se le aplica la agravante de odio por motivos racistas que recoge el Código Penal. “Negro, vete a tu país” o “mata al negro, mátalo que yo pago la cárcel”, fueron algunas de las frases que este acusado concreto profirió contra la víctima durante la discusión. En cualquier caso, lo más probable es que ninguno de los agresores entre en prisión. En el juicio, celebrado el pasado miércoles, las defensas pidieron al tribunal que suspendiera la ejecución de las penas de reclusión y la Fiscalía no se opuso. Como es lógico, y habitual, el caso se cerró con un acuerdo entre las partes.

Todo sucedió en la madrugada del 9 de abril de 2023, que curiosamente era Domingo de Resurrección. La víctima estaba junto a su novia y varias amigas en la calle Codorniz, cerca del domicilio de Jonathan O.C., alias Yoni, que por lo visto tenía problemas previos con una de las jóvenes. Así lo explicaba la Fiscalía en su escrito de acusación, con el que los encausados mostraron su conformidad como parte de ese acuerdo previo a la vista oral.

A esta mujer y al grupo en general empezó a increparles desde la ventana de su casa: “Fuera de mi barrio, me vais a comer la p...”, les gritó en primer lugar. La víctima pidió entonces al principal implicado que dejase de insultar. “Este reaccionó iracundo y bajó a la calle en estado de fuerte agitación”, relataba el escrito del Ministerio Público. Una vez en la vía, le dijo a la víctima “negro, vete a tu país”.

En ese momento aparecieron varias personas que intentaron calmar a Jonathan O.C. Pero también se presentaron allí Adam K. y Santiago L.O., ambos familiares del principal acusado. Fue entonces cuando este se dirigió a Adam K. “Mata al negro, mátalo que yo pago la cárcel”, le reclamó. Y el otro, en efecto, acorraló a la víctima contra una pared y empezó a darle puñetazos con la ayuda de Santiago L.O., que además “portaba un machete enfundado”.

Durante esa “pelea a golpes”, Santiago L.O. sujetó al perjudicado con una mano para impedir que huyera mientras Adam K. seguía agrediéndolo y “debilitando su defensa”. Aprovechando la inferioridad de la víctima, Jonathan O.C. “sacó un cuchillo que portaba entre sus ropas” y apuñaló al otro varón “por la espalda en dos ocasiones”. Por suerte para el herido, en aquel instante consiguió zafarse del trío y salió corriendo. De todas maneras, Adam K. llegó a alcanzarlo y para rematar la agresión le roció la cara con espray de pimienta.

Como consecuencia de esta secuencia, la víctima sufrió una herida incisopunzante y penetrante de tres centímetros de profundidad en el tórax que puso su vida en peligro, además de dos heridas “adicionales” en el antebrazo izquierdo y la espalda. Tardó 113 días en recuperarse de todas.

Todos estos hechos fueron reconocidos por los tres procesados ante el tribunal de la Sección Cuarta, lo cual permitió que el juicio tuviese un rápido desenlace con permiso de la Fiscalía, que inicialmente pedía nueve años de prisión para Jonathan O.C. y cinco años para Adam K. y Santiago L.O. por un delito de asesinato en grado de tentativa, así como una multa de 300 euros para el segundo implicado por un delito leve de maltrato (por la agresión con el espray). Tras las negociaciones con los abogados (Diego Silva y Dolores Torres) y la consignación previa de 12.000 euros para indemnizar a la víctima, la calificación fue suavizada hasta dejar el delito principal en tentativa de homicidio y las penas, por tanto, quedaron sensiblemente rebajadas.

Una vez confirmada la conformidad, la Sección Cuarta dictó sentencia firme en la misma sala. Jonathan O.C. fue condenado a cuatro años de cárcel por el citado delito con las agravantes de odio (por la motivación racista) y abuso de superioridad (por haber sido tres contra uno), por un lado, y las atenuantes de drogadicción y reparación del daño por otro. También le prohibió acercarse a menos de 300 metros del perjudicado y comunicarse con él durante siete años. Los otros dos acusados, por su parte, fueron castigados con dos años y medio de reclusión por el mismo delito con las mismas atenuantes y sólo la agravante de abuso de superioridad. La orden de alejamiento en sus casos tendrá una vigencia de cuatro años.

Tras el dictado de la sentencia, las defensas interesaron la suspensión de las penas de prisión y la letrada de Jonathan O.C. también reclamó que sea puesto en libertad, ya que está en prisión provisional desde el 10 de abril de 2023. La Fiscalía no llegó a oponerse explícitamente, pero advirtió de que “existe algo de riesgo de fuga” porque ya tiene otra condena anterior suspendida. La Sección Cuarta decidirá cuando redacte la sentencia.