El crimen del Vaca: el sobrino de la víctima alega que la escopeta "se disparó sola" mientras se peleaban en las Tres Mil Viviendas
Jurado popular en Sevilla
El acusado defiende que la escopeta no era suya y que su tío político, al que quería "como a un hermano", le propuso robarle hachís a un primo suyo de Coria y él se negó, de ahí la discusión posterior
El detenido por la muerte violenta del Vaca en las Tres Mil es su propio sobrino
Un jurado popular ha empezado a enjuiciar este lunes uno de los innumerables sucesos que con demasiada frecuencia ocurren en las Tres Mil Viviendas. En este caso se trata de la muerte violenta de David D.A., alias el Vaca, un conocido delincuente del barrio, que el 24 de octubre de 2022 recibió un disparo de escopeta en la cabeza. El acusado es su sobrino político, Francisco Javier J.V., que ha alegado que el incidente sucedió mientras ambos se peleaban "a puñetazos" porque su tío quería que le diera un golpe a un primo que traficaba con hachís en Coria y él se negaba. Esa al menos ha sido su versión, completada con la excusa de que el arma no era suya, sino de la víctima, y "se disparó sola" en pleno forcejeo.
"Era mi tío, pero como si fuese mi hermano", ha asegurado el encausado en cuanto ha comenzado el interrogatorio. Ha respondido a todas las partes, dicho sea de paso, y esa primera respuesta ha ido en consonancia con lo que poco antes había defendido su abogada: "Javi adoraba a su tío, no tenía ningún motivo para matarlo y sí para evitarle un mal mayor", había afirmado en relación con esa discusión sobre el primo traficante de Coria. "Su tío iba a cometer un daño y quería evitarlo", apostilló la letrada.
Francisco Javier J.V. ha profundizado en ese supuesto origen de la discusión con su tío. "Él me llamó y cuando bajé, tenía las llaves de un coche robado. Me habló de un primo suyo que vendía hachís en Coria y quería que yo fuera a quitarle la droga mientras él se esperaba en el coche, porque a él lo conocía. Yo le dije que no y que si estaba loco", ha explicado el presunto homicida. "Empezamos a pelearnos a puñetazos. Él estaba a gustito, porque había tomado alcohol y pastillas, y agresivo. Yo no quería ir a Coria, pero él sacó el arma del coche y me encañonó. Quise quitársela y el arma se disparó sola, no tenía puesto el seguro ni nada. Yo tiré del arma hacia mí, él la tenía agarrada, yo la levanté para arriba y se le disparó para él", ha añadido.
El suceso tuvo por escenario la calle Viento del Pueblo. Cuando sonó el disparo, varios vecinos de los bloques cercanos salieron a la calle para ver qué había ocurrido. Algunos aseguraron después que vieron al acusado arrastrar el cuerpo del fallecido. "En ningún momento tuve la intención de matar a mi tío. Quería llevarlo al hospital, pero todos los gitanos que salían de los bloques me decían 'vete, vete, que te van a matar' y me metían miedo. Me temblaba todo el cuerpo", ha asegurado Francisco Javier J.V.
El procesado en efecto huyó, supuestamente presa del miedo porque además tiene "cuatro hijos chicos", y emprendió rumbo a Dos Hermanas, donde vivía un amigo suyo al que pidió que lo alojara durante unos días. "Le dije que me había peleado con mi mujer", ha respondido al respecto. "Estuve oculto porque su hermano [el de la víctima] me estaba buscando y había puesto precio a mi cabeza", ha agregado. Y la verdad es que se ocultó bien, porque tardó unos dos meses en ser detenido por la Policía Nacional.
En sus calificaciones provisionales, la Fiscalía pide quince años de cárcel para el acusado por un delito de homicidio (catorce años) y otro de tenencia ilícita de arma (un año), mientras que la acusación particular ejercida por la familia del Vaca solicita veinte años y nueve meses porque encuadra los hechos en un delito de asesinato. "La víctima medía 1,62, el disparo fue mucho más posible de arriba a abajo y de atrás hacia delante", ha argumentado el abogado en el trámite de las alegaciones previas para justificar por qué entiende que hubo alevosía.
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