La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha condenado a un hombre a una año y medio de prisón por un delito de estafa. El acusado aseguraba dedicarse "de manera profesional" a las apuestas deportivas en aplicaciones de internet y contar para ello "con un equipo de expertos que se basaban en probabilidades matemáticas". De este modo, aseguró a uno de los perjudicados, al que conocía de salir de copas y de jugar al fútbol y con el que se encontró en el bar que el encartado regentaba, que podía garantizarle "una rentabilidad del 10 % de la cantidad invertida que le abonaría entre los días 1 a 10 de cada mes facilitando para ello tres números de cuenta de su titularidad". De este modo, la víctima le comentó la "oportunidad" a su amigo y a otro conocido más.

Ambos amigos efectuaron ingresos en las cuentas del acusado, recibiendo los tres perjudicados 7.000 euros, 1.000 euros y 3.500 respectivamente entre octubre de 2018 y junio de 2019. Llegço el momento en que el acusado informó vía whatsapp a uno de los perjudicados para invertir "con unos gallegos que empleaban un método seguro al 100%, el método denominado “apuestas surebets”, o la de invertir a finales de liga grandes cantidades pues la posibilidad de recibir grandes ganancias era muy probable", y más tarde, la posibilidad de seguir con otros presuntos "profesionales de las apuestas" de quienes les proporcionó correos electrónicos cuyo destinatario fue el propio acusado.

"De esta manera el acusado fue logrando nuevas inversiones", explica la sentencia. Todo siguió hasta que dos de los perjudicados exigieron al acusado la devolución de lo invertido y éste informó que debería pedir un crédito a una entidad financiera y que "para ello necesitaba los 8.000 en plazo fijo ", una frase que intercaló en un correo de la empleada.

El acusado reconoció que todas las cantidades recibidas las había incorporado a su patrimonio así como la inexistencia de los asesores mencionados y la falsedad de los correos de éstos. uno de los perjudicados transfirió a las cuentas del acusado un total de 60.000 euros,percibiendo unos beneficios de 3.500 euros.

Uno de los perjudicados le transfirió 13.000 euros y recibió un beneficio de 1.000 euros; otro 11.000 y obtuvo 7.000 euros.

El acusado padece un trastorno por juego patológico en grado moderado- grave que no afecta a sus capacidades intelectivas pero si limita su voluntad a la hora de ejercer un control pleno sobre sus impulsos.

Además de al año y medio de cárcel por un delito de estafa,  la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla absuelve al acusado del delito de falsedad en documento privaddo. Asimismo, deberá indemnizar a uno de los perjudicdos con 39.505 euros y a otro con 8.400 euros.