El Colegio de Graduados Sociales de Sevilla alabó este lunes el “titánico esfuerzo” de sus colegiados y empleados ante la  crisis derivada del COVID-19 y el “aluvión de ERTEs, prestaciones por cese de actividad y numerosas medidas en el ámbito laboral”.

En un comunicado, afirmó que “no hay un sólo compañero que no se haya visto desbordado por la situación de tener que llevar a cabo larguísimas jornadas laborales para tramitar todos los expedientes y estudiar la nueva normativa que era anunciada días antes o incluso apenas unas horas antes de ser publicada, provocando incertidumbre entre la empresas y trabajadores y haciendo sonar nuestros teléfonos las 24 horas los 7 días de la semana, incluidos festivos”.

Los graduados sociales -un colectivo de 1.200 personas en Sevilla- “hemos trabajado sin descanso jornadas de no menos de 12 horas las últimas 6 semanas de lunes a domingo con la finalidad de que los trabajadores, autónomos y empresas pudieran acogerse a las prestaciones y bonificaciones puestas en marcha por el gobierno”. Todo ello, con las administraciones públicas cerradas y con atención exclusivamente por vía telemática, donde “sólo se nos remitían circulares con instrucciones generales y portales web que se caían por colapso, llegando muchos compañeros a tener que registrar expedientes y solicitudes de noche y en fines de semana, que era el momento que no se caía”.

Los cambios normativos en cuanto a que las empresas tramitarían las prestaciones por desempleo de los trabajadores afectados “nos ha traído mucha más carga de trabajo, ya que teníamos que remitir un fichero en formato excel que en algunos casos no era compatible con los sistemas del SEPE”. “Ni tan siquiera nos contestan la recepción correcta del archivo”, se lamenta el comunicado.

Otro problema: las obligaciones fiscales y tributarias de empresas y autónomos se modificaron, prolongando su presentación un mes, cuando quedaban apenas 5 días para acabar el plazo y prácticamente estaba el trabajo hecho al 90%.

Según el comunicado, los graduados sociales “han estado a la altura de las circunstancias históricas que estamos viviendo”, han tramitado miles de ERTEs por fuerza mayor y por causas objetivas y se han solicitado cientos de miles de prestaciones, tanto de trabajadores como de autónomos, que han colapsado las administraciones y que se han gestionado en el tiempo récord de poco más de 3 semanas”.

Su labor “ha permitido que muchas familias puedan cobrar sus prestaciones y poder hacer frente a sus gastos” y, además, “estamos convencidos de que estaremos a la altura de lo que depare el futuro en la recuperación de la economía y la paz social”.

La Junta de Gobierno del colegio aprobó poner las banderas de su sede a media asta en honor de las personas fallecidas por la pandemia, un “pequeño gesto que  pretende sumar un homenaje más ante la difícil situación que nos ha tocado vivir, porque eso es lo que debemos hacer todos los colectivos que formamos parte de nuestro país, sumar para entre todos salir de esta grave situación”.